Fuiste tú como amante entretenido
y yo la enamorada compañera.
Te encontré más allá de la frontera
donde sé que pasar está prohibido.
-¿Dónde vas?, preguntaste conmovido.
-Vengo por ti, exclamé como una fiera.
Que el mundo siga el rumbo como quiera.
Yo viviré contigo, decidido.
Conjugamos lo humano y lo divino.
En un sueño feliz, desesperado
quisimos enfrentarnos al destino.
Corrí veloz como un caballo alado
mi corazón estaba estremecido.
En la lucha quedaste derrotado.