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ESTO TAMBIÉN PASARÁ

(por Matías Mengual)

Matías Mengual


“Sin cambios el progreso es imposible y los que no pueden cam-
biar sus mentes no pueden cambiar nada
”. (George Bernard Shaw)

 

          La realidad es que los comienzos a menudo adoptan la forma de penosos finales. Pero cuando sabes que hay algo permanente más allá de los desengaños del momento presente, puedes sentir que “esto también pasará”. Porque siempre ha sido así y siempre lo será.

 

          Si cambias tu forma de ver las cosas, las cosas que ves cambiarán. Son muchas las situaciones en las que puedes practicar la imparcialidad, observando los finales como si fueran comienzos. Plantéate el reto de experimentarlo un día, empezando al despertar, tomando conciencia de que el final del sueño es el principio del despertar. Comprobarás cómo un triste final se transforma en un comienzo ilusionante: ¡Claro, estás practicando el Tao!

   

          El Tao que da vida a la existencia, incluida la tuya propia, es absolutamente imparcial. No tiene preferencias. Trae el invierno sin tener en cuenta tus deseos. Te separa de aquellos a quienes amas, enlazándolos a otras personas, y luego hace que vuelvan a ti, lo quieras o no. Según el Tao Te Ching (1500 a. C), todo ser viviente tiene que retornar al Tao, sin excepciones ni excusas. Pero si no eres consciente de esta influencia constante, quedas atrapado en una de las fases de un ciclo de la vida, lo que te lleva a lo que Lao Tse denominaba “eterno infortunio”.

  

          Por tanto, si quedas atrapado en estos “finales emocionales”, no dejando que estos también formen parte natural de la vida, te sientes desconectado de tu Origen. Te quedas estancado “en medio del ajetreo en que el mundo se mueve”, incapaz de percibir el sentido de pertenencia que produce “el retorno de las cosas a su principio”.  Este ir y venir, o ciclo inmutable de “ausencia de vida, vida, ausencia de vida” en el que todos participamos, podría resultar efímero, pero en realidad es lo único verdaderamente constante ya que el proceso nunca se detiene. En cada ausencia, tu Origen está actuando sobre lo que te ha ocurrido en vida y decide conectar tus pensamientos con él. De tal manera que, aceptada la naturaleza de tal cambio cíclico, tu ser se desarrolla.

  

          Al considerar que el cambio es lo único verdaderamente constante, empiezas a verlo como una expresión del devenir de la vida y un indicador bienvenido por tu propia determinación y sentido. Todo lo que observas ante ti está dentro de un ciclo de ida y vuelta.

  

          Así que, conviértete en un observador inteligente que ve cómo funciona su mundo en realidad, y entrégate a la armonía con la naturaleza cíclica de todos los seres vivos. Acepta el cambio cíclico y tu ser se desarrollará. Ni la misma muerte lo pone en peligro.

  

       Acostúmbrate a observar los finales como si fuesen comienzos, y a buen seguro verás el tuyo, en el momento oportuno, como el principio de una nueva recurrencia.

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