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   CINCUENTA AÑOS DE INFORMÁTICA EN LA CAJA (1)
(por Toni Gil)

Recordando a José Roberto López


“Desde mediados del año pasado, viene funcionando en las Oficinas Centrales de esta Entidad un equipo de máquinas de fichas perforadas. En la fotografía, el conjunto de cables y clavijas que constituyen el “cerebro” de una de las máquinas. Los impulsos eléctricos que circulan a través de estos cables, ordenan a los diversos órganos de la máquina la realización de las funciones para que están diseñadas. Los cables tienen introducido cada uno de sus extremos en sendas perforaciones del panel que aparece fotografiado. Modificando la posición de los cables quedan modificadas las órdenes, con lo que la máquina estará dispuesta para un trabajo distinto”.

Esta es la primera referencia que aparece en la revista Idealidad, órgano de comunicación interno y externo de la Caja del Sureste; y fue en mayo de 1963.

También lo recoge la Memoria de 1962, con gran profusión de fotografías de las instalaciones, situadas en la segunda planta del edificio de la calle San Fernando.

En dicha Memoria puede leerse: “…crear un Servicio de Estudios al frente del cual tuvimos la suerte de poner al actuario de seguros don Alberto Hernández Esteve… quien estudió … la mecanización del trabajo, ya llevada a efecto… destacar la del Interventor General, don Francisco Bernabeu Penalva, iniciador y proyectista de esta mecanización”.

Y un par de páginas más adelante, en el capítulo de “Mobiliario” se informa: “…un aumento de 6,04 millones respecto de 1961, cifra que absorbe en casi su totalidad el coste de compra del equipo IBM, accesorios y su instalación”.

Y en el libro de Vicente Ramos, “La Caja de Ahorros del Sureste de España, Vida y obra de Antonio Ramos Carratalá”, de 1965, tan solo he encontrado una foto de referencia con el pie: “Sala de máquinas electrónicas en la Central de la C.A.S.E.”

Complementariamente también he encontrado otros antecedentes, en este caso verbales, en conversaciones con Antonio Gosálbez y Juan Ramón Carratalá, quienes además me han facilitado diversa documentación que ha pasado a engrosar el Archivo Histórico.

“Antes de llegar las primeras máquinas nos instalamos ambos, con Paco Pérez, en un local anexo al Dispensario que la Caja tenía en el barrio de Los Ángeles; durante unos meses programamos el trabajo que iban a hacer estas primeras máquinas, mediante gráficos que dibujábamos en una pizarra”.

El mismo Paco Pérez me amplía: “Hubo una reunión en el despacho de don Antonio, con asistencia del presidente, Román Bono Marín, el interventor general, Francisco Bernabeu, Antonio Gosalbez y yo, en el que se expuso el proyecto auspiciado por Bernabeu; después Antonio y yo asistimos a unos cursos en IBM de Madrid, y yo posteriormente acudí a otro a Barcelona para conocer el funcionamiento de la máquina que había de calcular los intereses de las cuentas”

Pronto un equipo de empleadas comenzaron a utilizar las máquinas perforadoras, que registraban los datos remitidos por las Oficinas.

Estas instalaciones fueron tan novedosas en Alicante que pronto recibieron visitas, como la de este grupo de estudiantes de la Escuela Superior de Ciencias Empresariales.

Alguna de estas máquinas, muchos años después, fueron cedidas a la Universidad de Alicante, a lo que fuera Facultad de Informática.

Espero que vayamos completando esta primera fase de la historia con otros testimonios y aportaciones. Las espero.

agil@cam.es

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