Índice de Documentos > Boletines > Boletín Junio 2011
 

EXTRAÑA CONEXIÓN 
(por Ana Burgui)


Tenía la radio puesta, me acompañaba con música, noticias y comentarios que me entretenían en aquella tarde de verano mientras pintaba las paredes del pequeño recibidor de la entrada. Así acabó un programa y comenzó otro, no me di cuenta y me encontré escuchando un programa deportivo, era solo de fútbol. Me recordó aquellas tardes de domingo en las que mi padre se entregaba con deleite a escuchar un programa similar ya que debido al tiempo transcurrido no sería el mismo; los goles y los partidos eran narrados con la pericia de los comentaristas que le trasladaba al campo de fútbol y le hacían correr por la banda o mover los pies cuando gritaban GOOOOL. Pero a mí no me gustaba el fútbol así que me acerqué hasta la radio para buscar otra emisora cuando oí la voz inconfundible de Pepe Pérez, me detuve en seco. Aquel Pepe Pérez había presentado programas de música, actuaciones  y discos cuando yo apenas tenía 12 años y cuántas veces me había reñido mi padre, entre irónico y divertido: “¿ya estás viendo al melenudo ese?”. Como había llegado “el melenudo ese” a formar parte de un programa deportivo lo desconozco, pero allí estaba. Me senté a escucharle mientras empezaba a recordar los momentos y las situaciones que se habían producido; por un lado las tardes de domingo con mi padre pegado a la radio ante mi aburrimiento y mi desesperación y por otro lado mis doce años llenos de conjuntos, chicos guapos y solistas musicales que se asomaban a aquel aparato en blanco y negro llamado televisión, entre ellos Pepe Pérez. Durante algunas semanas continué escuchando el programa, (en él tenía reunido por un lado su deporte y por otro mis ensoñaciones juveniles) que me trasladaban al almacén de mis recuerdos y abría una conexión directa con mi padre; casi podía oler el puro que se fumaba mientras oía el programa, sentir su emoción ante un gol esperado y ver la luz de sus ojos en una mirada feliz. Salían mis recuerdos y brotaban las evocaciones y sentimientos, me encontré hablando con él y aquellos momentos se convirtieron en una forma de expresar verbalmente y ante su recuerdo mis reproches almacenados y mis peticiones no cumplidas.

    

Hasta que un día al sintonizar el programa escuché otra emisión, ¿qué había pasado? Lo habían quitado. Me sentí pérdida, que iba a hacer ahora, no quería perder esa conexión que había sentido. Tenía que conseguir averiguar si habían trasladado el programa o lo habían eliminado. Así pasaron unas semanas, no pude averiguar qué había ocurrido, hasta que un día y cómo por casualidad, mientras veía un programa en la televisión apareció la información de lo ocurrido y la noticia de la puesta en marcha de un programa similar con la misma estructura y las mismas personas, entre ellas Pepe Pérez, en otra cadena otro día y a otra hora. Me sorprendió la noticia, era como si alguien hubiera atendido mis deseos dándome la información que necesitaba. Pude volver a escuchar el programa y a tener vía libre en mi conexión. En algún sitio he leído que el universo escucha tus deseos y se pone en marcha para cumplirlos, bien pues éste es el caso.

Volver