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La bella niña jugaba
con los guijarros del agua
y todo la salpicaba
desde el regazo a su cara.
Su pelo rubio dorado
como granados trigales
y sus ojos como estrellas
corriendo el cielo fugaces.
Su cara tan redondita
la boca de rojo fuego
está creciendo la niña.
Su infancia será un recuerdo.
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Entre los juncos y zarzas
corre con los pies descalzos
va detrás de un sueño blanco
y busca un pez plateado
El sabor de sal y yodo
la caricia de las algas
le van macerando el cuerpo
desde el pie hasta su enagua.
Huye mi niña deprisa
de todo cuanto le ata
quiere encontrar por sí sola
lo que ella sola buscaba.
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Tener la estrella en su mano
la luna por almohada
y el calor del tibio sol
acariciando su cara.
La hermosa niña no juega
mas los chasquidos del agua
se le escapan de las manos
se le enredan en la cara.
La niña siguió soñando.
Soñó lo que quiso ser.
Cada cual es lo que sueña
sueña un poco alguna vez
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