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______________________________ Temas monetarios y financieros

El bisturí entra en el sector financiero

Vicente Llopis Pastor ____________________

 

 

 

 

La crisis financiera generalizada; la apatía del mercado interbancario; la falta de liquidez en algunas entidades; los aumentos de coeficientes obligatorios, así como otros hechos y situaciones, están poniendo a prueba las dotes sanadoras de los gobiernos de cada país europeo, entre ellos, cómo no, el de nuestra querida España, para sanar a su enfermizo sistema financiero.

     Hace ya cuatro años que se están tomando medidas terapéuticas para curar o aliviar el dolor de un organismo maltrecho, como lo es el Sistema Financiero Español. Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Sistema Institucional de Protección (SIP), fusiones, adquisiciones, Esquemas de Protección de Activos, recursos al Banco Central Europeo (BCE), transformación de las cajas de ahorros en bancos, accesos al mercado bursátil y otras muchas prescripciones médicas han servido para mantener en vida la débil situación de algunas entidades. Creo que estas terapias han sido útiles, pero no parece que hayan sido definitivas. Al menos así lo entiendo personalmente en mi interpretación del tratamiento.

     Por eso no me extraña lo más mínimo que el nuevo Gobierno del Partido Popular esté tomando inusuales medidas de cirugía invasiva en el Sistema Financiero Español y haya metido el bisturí dentro de la contabilidad bancaria y del armazón de retribuciones de la gestión de los directivos del sistema.

     Las medidas tomadas en el Consejo de Ministros del viernes 3 de febrero de 2012 han cortado, como lo haría un afilado metal, los cuerpos de los organismos bancarios. Uno de los cortes ha sido la limitación de los salarios a percibir por sus administradores y directivos. El otro, bajar la valoración contable de sus activos inmobiliarios y créditos a este sector por entender que mantiene una burbuja, o quizás mejor decir ampolla, que hay que eliminar.

     El primer corte consiste en limitar a 600.000 euros el sueldo de la cúpula directiva en las entidades que han recibido ayudas públicas y a 300.000 euros en las retribuciones de las instituciones que han sido intervenidas por el Estado. Igualmente en las entidades financieras con créditos públicos queda suspendida la retribución variable de los directivos y, en un plazo de tres años, se valorará si se han cumplido determinados objetivos de negocio de cara a restituirla. Esto supone varias decenas de millones de euros que ya no van a poder recibir los gerentes y que favorecen la cuenta de resultados del conjunto del Sistema Financiero Español.

     El otro corte consiste en la fijación de nuevas provisiones sobre los activos adjudicados a la banca, cuya cobertura de los terrenos deberá pasar del 31% actual al 80%; la de las promociones en curso ascenderá al 65% y los pisos acabados deberán provisionarse al 35%. Con ello el Gobierno espera que se abaraten las viviendas que las entidades financieras pongan en el mercado y se saneé la burbuja inmobiliaria. No estoy muy convencido de que esta medida ofrezca grandes resultados, ya que algunos bancos ya han dicho que venderán las viviendas o concederán créditos para la financiación de sus compras si el solicitante posee garantías para ello y merece su concesión según el criterio de la entidad prestamista.

     Me parece que son dos medidas valientes y muy invasivas. La buena voluntad del cirujano hay que admitirla. Para conocer sus efectos favorables, como suele ocurrir en los seres vivos, hay que esperar a que se recupere en su integridad psicosomática y clínica en un plazo prudencial. Aunque me temo que los efectos que ha buscado el Gobierno español no van a ser tan exitosos como él mismo ha señalado públicamente. Sinceramente, creo que lo que el Sistema Financiero Español y la economía española necesitan es una transfusión de sangre; es decir, que vuelva a fluir la liquidez y se concedan créditos a empresarios y emprendedores. El nivel de paro español es el mejor síntoma de que lo que se requiere es que fluya el crédito a los emprendedores de buena voluntad y capacidad.

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