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______________________________ Temas monetarios y financieros

Evolución del dinero

Vicente Llopis Pastor ____________________

 

 

 



Partiré de un concepto de dinero muy arraigado en la Ciencia Económica: “dinero es todo aquello que, siendo susceptible de dividir en unidades homogéneas, es aceptado de forma general, en virtud de sus características, como medio liberatorio de pago de las transacciones económicas y de liberación de deudas”. Es una definición basada, sobre todo, en su presentación física. Así ha sido a lo largo del tiempo, desde la sal hasta los metales preciosos.

Con la apertura del comercio exterior y el auge de las ciudades-estado y repúblicas italianas del Renacimiento comienzan a aceptarse pagarés emitidos en papel que servían para transferir y obtener dinero físico entre diversos lugares por mediación de entidades bancarias, con lo que aparece el llamado “dinero de papel”. Este último continúa aceptándose hoy en día, junto con las monedas metálicas, como el llamado “dinero legal”, que cumple totalmente la definición de dinero que he citado al principio de este artículo.

Pero, hete aquí que, en las nuevas concepciones del dinero que se incluyen en la moderna Teoría Monetaria aparece el llamado “dinero bancario”, que son “las posiciones contables a favor de titulares que pueden transformar inmediatamente sus depósitos en dinero legal y que figuran reflejadas en los pasivos monetarios de los intermediarios financieros y bancos comerciales”. Es decir, los depósitos a la vista, cuentas corrientes u otros tipos de cuentas que son totalmente líquidos; o séase, que la entidad depositaria está obligada a transformar instantáneamente en dinero físico y entregarlo a sus titulares a petición de estos últimos.

Se calcula que en el cómputo del dinero que circula en una economía desarrollada un 5% es dinero legal y un 95% dinero bancario. Éste ha de tener la condición de total liquidez para los titulares de las cuentas.

En consecuencia, los depósitos u otras clases de emisiones que figuran en los pasivos contables de los intermediarios financieros o bancos comerciales que tengan condicionada su liquidez a un determinado plazo o condición no son dinero sino activos financieros normalmente rentables que detentan sus titulares.

Traigo a colación esta breve ilustración por las generalizadas circunstancias con que se han encontrado algunos depositantes que han colocado su patrimonio en activos tales como deuda subordinada, participaciones preferentes o similares, que han acudido a las entidades financieras a retirar “su dinero” pero que se han encontrado con condiciones limitativas para su inmediata liquidez. Es el efecto de que “su dinero” no es precisamente el concepto de “dinero legal” ni “dinero bancario” que se computa dentro de los “activos líquidos en manos del público” o la llamada “oferta monetaria” del sistema, según la concepción y cálculo de la Autoridad Monetaria.

Esta matización está dando ciertos sustos a los clientes depositantes y bastantes quebraderos de cabeza a las instituciones financieras depositarias o que las han emitido. Es tan sólo un activo financiero.

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