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He leído con gran interés el artículo “OKINAWA O EL RESPETO” de nuestro compañero Pascual Bosque y me ha hecho meditar, especialmente cuando dice que en el “finiquito” a los prejubilados y jubilados en general se debiera estampar un sello en que se leyera “APTO PARA DESEMPEÑAR CARGOS POLÍTICOS”.
No sería ninguna barbaridad que las personas mayores se hiciesen oír en las Cámaras para, al menos, intentar poner un poco de orden en el “desmadre” político actual.
Teniendo en cuenta que en España somos más de OCHO MILLONES de Pensionistas, mal tendrían que ir las cosas para que un Partido Político formado por “mayores” no alcanzase un número de votos suficiente como para tener el poder de decisión que en este momento tienen las minorías en el Parlamento.
Por otra parte, nuestra campaña electoral no precisaría de grandes inversiones, ni mítines, ni nada de eso. Podría limitarse a una interconexión entre las muchas Asociaciones existentes en todo el territorio nacional, para que cada una de ellas pidiese el voto a sus asociados.
Lo que se dice el “boca a boca”.
Considerando que nuestra Asociación tiene gran peso específico en la Federación Nacional de Asociaciones, podría lanzar la idea para confeccionar un programa de actuación y empezar a “moverse”.
Registrar un Partido es muy sencillo, lo demás vendría después. Desde aquí animo a los compañeros que puedan estar dispuestos a embarcarse en este proyecto.
Tenemos tres años por delante para las próximas elecciones generales y en tres años se puede hacer mucho. Lo peor que puede ocurrir es que fracasemos y todo quedaría como hasta ahora. No pasaría nada. Escribo esta nota concierta precipitación porque estoy haciendo los bártulos para irnos a la playa.
Cuando volvamos se puede tratar con más profundidad, una vez que nuestros directivos hayan sopesado los pros y los contras de esta sugerencia.
Feliz verano a todos.
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