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¡  SERÍA JUSTO  !

 

                                                                                                     Miguel Escolano Español

 

La lectura del Editorial que aparece en el núm. 83 de JubiCam, me ha traído a la mente, de nuevo, la tristeza y la irritación por la serie de noticias que, durante el período de elección para el nombramiento de las personas a ocupar los puestos en los distintos órganos de gobierno de la CAM, inundaron distintas páginas de prensa con cronología y abundancia excesiva, a la par que con contenidos, a mi entender, rayanos en lo bochornoso, tanto por los modos y actitudes de las personas/partidos políticos en liza, como por la profusa utilización de los medios de comunicación. 

Viene a colación un artículo mío publicado en JubiCAM, hace algo más de cuatro años, en el que entre otras cosas se exponía: “…Como decía un Secretario del Ayuntamiento de mi ciudad respecto de los ediles, la mayoría de los consejeros, ‘son aves de paso’. Es por ello que no resulta nada extraño vernos sorprendidos con noticias que, relacionadas con la Caja, puntualizan luchas entre Consejeros de distinta filiación política, discutiendo sobre asuntos normalmente lejanos de lo financiero y sí muy cercanos a lograr cuotas de poder. Al final siempre resulta perjudicada la Caja, y a todos los que fuimos y los que están activos, nos duele”.  

Las Cajas de Ahorros Confederadas, y la CAM lo es, deben estar regidas por personas de reconocido prestigio social y profesional, y la busca de los mejores ha constituido una de las tareas importantes a desarrollar. Al promulgarse la LORCA (Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros), se reguló la cantidad y procedencia de los miembros de Órganos de gobierno y, finalmente, las Comunidades Autónomas efectuaron aquellos retoques a los que las autorizaba la legislación. Si bien es verdad que con todo ello pasaron a cubrirse los puestos de los distintos Órganos de Gobierno de forma matemática, no es menos cierto que la posibilidad de que distintas agrupaciones y partidos políticos pudieran determinar a quiénes de sus miembros designaban para ocupar puestos, empezó a desatar luchas internas en la medida que se fueron valorando las posibles y distintas “ventajas” personales y políticas que podrían resultar de integrarse en estos Órganos, máxime si se conseguía hacerlo con  mayoría, lo que permitiría ciertas maniobras de interés para los fines u objetivos de las agrupaciones y de los partidos políticos de los que emanaban. Las cosas así, empezaron a enturbiarse los períodos electorales. 

Stefan Zweig, escribía sobre los políticos algo así como “El hombre que se consagra a la política no se pertenece a si mismo y tiene que obedecer las sagradas órdenes de quienes la sustentan”, es decir, los respectivos Partidos Políticos. No debería de ir muy equivocado el tal escritor en su percepción, habida cuenta de que la valoración personal y  social que se tenía y hacía de la mayoría de las personas llamadas a integrarse en los Órganos de Gobierno de la CAM parecía bastante  positiva y bien valorada; sin embargo, la deriva que iban tomando las noticias al respecto en los distintos diarios de prensa, han venido a mostrar, en algunos casos, una cierta disposición a los trapicheos con tal de alcanzar determinadas cuotas de poder. 

Expresiones vertidas en prensa, tales como: “labores de zapa” de algunos; las “tramas” urdidas por otros;  las “maniobras de acoso y derribo”; etc., que por principio deben estar en los confines de cualquier entidad financiera que se precie,  han producido grave daño a la CAM  en el ámbito de su competencia, y todo esto que día a día  venía apareciendo en distintos medios de comunicación, no hizo disminuir ni la intensidad ni el enfrentamiento de quienes estaban postulándose para servir y dar prestigio social a la CAM , porque del profesional ya se encargan otros.

No sé que nivel de lucha existe en estos momentos entre las distintas facciones o consejeros. No sé si son conscientes del daño causado; del pábulo que han dado a críticas y comentarios de toda índole por parte de impositores y de empleados de la CAM, y de su obligación de esforzarse en subsanar el posible daño que haya podido sufrir el buen y bien ganado prestigio de la CAM. Parece que reina cierta calma, aunque lo actuado y dicho por unos y por otros, actuado y dicho queda, y el daño causado, si reparado, no deja de ser una reparación 

Dentro de este orden de cosas SERIA JUSTO :  

Que las cuestiones políticas se dirimieran en los Parlamentos o en los Congresos, lugares que tienen reservado para ello y no en la Caja, donde los enfrentamientos solo conducen a la paralización y al descrédito. 

Que las heridas causadas se restañaran cuanto antes y las actuaciones de los Órganos de Gobierno fueran por y para la Caja, sin otras miras personales ni políticas.    

Que hubiera sosiego y buen clima en las relaciones entre quienes configuran los Órganos de Gobierno, porque ello facilitará la labor de los equipos de profesionales de la CAM, siempre necesitados de un favorable ambiente y apoyo para la puesta en práctica de sus muchas y excelentes iniciativas. 

           Que los magníficos profesionales de la CAM olviden el sarcasmo que de muchos de sus próximos habrán tenido que soportar durante este período de trapisondas y chalaneos y, con la firmeza y apasionamiento que les caracteriza, mantengan un pulso firme que impulse a nuestra Caja a las altas cotas nacionales e internacionales que merece y a las que está llamada. 

Que caso de modificarse la normativa que regula el funcionamiento y composición de Órganos de gobierno, se contemplase la inclusión de algún miembro de la Directiva de JubiCam, en representación de los jubilados CAM, habida cuenta de la excelente labor y prestigio que han alcanzado sus directivos tanto a nivel nacional como internacional, así como el importante número de asociados que la integran, todos avalados con muchos años al servicio de la Caja.   

Que las Centrales Sindicales recuerden que su existencia se fundamenta en los trabajadores, y su razón de ser, en la defensa de los intereses de los mismos, por lo que sería una actitud responsable que en posibles reformas legislativas relacionadas con el funcionamiento y la composición de los Órganos de Gobierno, apoyen con la insistencia y la contundencia que las caracteriza, la incorporación de una representación de JubiCam, habida cuenta de la lealtad, rigor, entusiasmo e independencia que, seguro aportarían tales consejeros, dada su dilatada permanencia y vinculación a la Caja. Sería una contradicción y una irresponsabilidad no hacerlo así, por cuanto mañana, o muy pronto, esos sindicalistas pueden pasar “aquí”, donde están quienes en su día hicieron posible con su voto su elección o permanencia. 

“Un político es un hombre que cree representar la opinión del pueblo, sin habérsela preguntado jamás” (Noel Clarasó). Lo que queda expuesto aquí es la opinión de uno del pueblo .

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