Acudir a los clásicos es algo que conviene hacer con frecuencia porque nos pueden clarificar situaciones de oscuridad, incertidumbre e irresolución. Nos puede venir muy bien, sobre todo si aceptamos que “clásico” es “todo aquello que se considera como modelo digno de imitación en cualquier literatura, arte o ciencia”.

         Nadie pone en duda la condición de clásico de nuestro genial escritor don Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), gloria de la literatura, no sólo española sino universal. Hasta tal extremo se admira a nuestro autor de “El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha” que en casi cada página de sus textos podemos encontrar múltiples guías para asentar la formación humanística de sus lectores. Son tantas y tan brillantes que se han quedado grabadas en oro en el inconsciente colectivo español y mundial.

         Ahí van algunas de ellas:

Brevedad.- “No hay razonamiento que aunque sea bueno, siendo largo lo parezca”.

Burla.- “No son burlas sanas las que redundan en desprecio ajeno”.

Castigo.- “Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio sin la añadidura de las malas razones”.

Diligencia.- “La diligencia es madre de la buena ventura”.

Enmienda.- “Aunque la nuestra no se enmiende, siempre da gusto ver enmendar la ajena vida”.

Envidia.- “Donde reina la envidia no puede vivir la virtud”.

Felicidad.- “Cada uno es artífice de su ventura”.

Gobierno.- “No cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo”.

Oficio.- “Oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas”.

Oportunidad.- “Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo”.

Paciencia.- “Los males que no tienen fuerza para acabar la vida, no la han de tener para acabar la paciencia”.

Peligro.- “En los apretados peligros, toda razón se atropella”.

Personalidad.- “Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas veces”.

Silencio.- “Contra el callar no hay castigo ni respuesta”.

Tiempo.- “Dejar el cuidado al tiempo, que es gran maestro de dar y hallar remedio a los casos desesperados”.

Virtud.- “Dondequiera que está la virtud en grado eminente, es perseguida”.

         El contenido de los textos de nuestro gran autor y la belleza con que los expresa perdurarán a lo largo del tiempo. Toda su obra en general es estudiada e interpretada de continuo por todos, intelectuales o no. Las ediciones críticas en todo tipo de soportes, séase libros, ilustraciones, filmes, medios audiovisuales, teatro, etcétera, y en la mayor parte de los idiomas conocidos, son incalculables. Y sobre todo es “El Quijote” una genuina y luminosa fuente de sabiduría para todas las ramas del conocimiento humano.

           Las perlas cervantinas siempre brillarán con el mejor de los fulgores posibles