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Vicente Esteve

   AL HABLA CON...

ELEUTERIO ANDRÉS BORRÁS

 

La entrevista del mes de Agosto, que se publica en el Boletín de Septiembre, es la que siempre me ha gustado más. ¿Qué por qué? Pues sencillamente porque la hago en una terracita junto al mar y tomando una buena horchata. Va a ser buena costumbre hacer alguna más así. Bueno, vamos a la faena.

 

No fue muy difícil convencer a mi buen amigo, y compañero en Inmovilizado, Eleuterio Andrés, para que nos viéramos para charlar y tomar un refresco juntos. Lo que menos se podía imaginar era que le estaba esperando con el lápiz afilado y las preguntas sobre el papel. Pasada la primera sorpresa, se pone a mi disposición, y esto es lo que nos cuenta para conocerle un poco más y mejor:

 

- Como sabes, nací aquí, en Alicante, en el barrio Las Carolinas, y fue el 22 de julio de 1946. Recuerdo que mi primer colegio fue el de Don Baró, muy popular en aquellos años, y acabada la Enseñanza Primaria hice, por libre, el Bachillerato en la Academia de Doña Vicenta, donde tuve de profesor a Enrique Cerdán Tato, insigne escritor que llegó a ser Cronista Oficial de Alicante, y lo acabé en su propia Academia de la Avda. Marvá. Luego me marché a Alcoy para hacer Ingeniería Técnica Industrial, y las milicias universitarias entre Ronda y Cartagena.

 

Mi padre trabajó en el departamento de Contribuciones de la Diputación hasta que se jubiló con 71 años. Actualmente tiene 96 y los lleva bien. Tengo un hermano, mayor que yo,  que fue inspector de Hacienda en Barcelona.

 

De mi paso por Alcoy, lo que mejor me pudo pasar fue conocer a Pepa Bou Valls, con la que me casé en el año 1971 y tenemos un hijo, Miguel Ángel, que es Técnico Informático, y una hija, Ana, que está en el departamento de Control de Gestión, en Central. Bueno, ya te he relatado resumida mi vida personal, ¿ahora qué?

 

Pues, cuéntanos, también resumida ¡si puedes!, tu vida laboral.

 

– Mi primer trabajo fue en 1970 en una Oficina Técnica, donde  hacía  el  cálculo de estructuras de hormigón y metálicas; fui el responsable del cálculo de edificios singulares como la Casa del Mar, Mercalicante y varios edificios de Benidorm. En el año 1974 ingresé en FEMSA, división de baterías, y estuve hasta el 83 entre las factorías de Barcelona, Madrid y, finalmente, en Guardamar del Segura (Alicante). Me enteré que la CAPA necesitaba un técnico para el edificio de Oscar Esplá y me presenté a la entrevista. Entré para la dirección de obra y luego ocupé el cargo de Jefe de Mantenimiento, siendo mi primer jefe el ahora Vicepresidente 2º de JubiCAM, Baldomero Santana. En el año 1991 estuve en comisión de servicio en la CAM, donde coincidimos tú y yo ¿te acuerdas? para diseñar el Plan de Mantenimiento Preventivo del Centro de Informática, donde tú estabas de responsable. Y como entonces se produjo la fusión, ya caminamos juntos hasta nuestras jubilaciones. ¡Cuántas batallas, eh Vicente! Bueno, a lo que iba, hice varios cursillos en el Gabinete Técnico de Seguridad e Higiene, unos de Prevención de Riesgos, otros de Emergencias y Contra-incendios, etc., que fueron pioneros, y ya en el curso 1998-99 hice el de Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. Aplicamos en los “edificios singulares” de la Caja los Planes de Emergencia y posteriormente se ampliaron a toda la red de oficinas. En el año 2005 estuve con jornada especial hasta que el 31 de julio del 2006 pasé a jubilación parcial.

 

Ya has llegado a la jubilación, pero antes quiero que me digas cómo se desarrollaba un día normal durante tu vida laboral.

 

– Pues tú sabes muy bien que normal, normal, eran muy pocos los días que así se presentaban, pues a las siete y media ya estaba preparando el plan del personal, ya que a las ocho me venía el aluvión de “quejas” de todas las oficinas de España en que siempre había algo que no les funcionaba, sobre todo el aire acondicionado, el alumbrado, etc. Ser el apagafuegos de toda la entidad no te deja mucho tiempo para el  aburrimiento.  Implantar la Telegestión en oficinas fue un doble acierto por el ahorro energético y los viajes que se evitaban. Nunca acabé a las quince horas porque por las tardes siempre había algo pendiente, pero te digo que lo hice con ilusión hasta el final.

 

La fotografía se realizó en la Biblioteca la semana siguiente a la entrevistaMe consta. Y ahora, dime, ¿cómo es un día normal desde tu jubilación?

 

- Me levanto a la misma hora de siempre para no perder la costumbre, me doy el capricho de desayunar con mi mujer, cosa que nunca había podido hacer, y, como siempre hay algunas gestiones que realizar, pues me desplazo en el coche de San Fernando, ya que me encanta caminar y odio el vehículo. Ayudo en las tareas de la casa, aunque más bien poco, y siempre tengo un rato para la lectura y el ordenador. Las tardes las paso con la familia y los amigos y veo algo la tele antes de acostarme. Como ves, vida muy regulada y que, junto a un control en el horario de las comidas, ha hecho que en poco tiempo haya perdido algo de peso.

 

Y hablando de salud, ¿qué tal?

 

– Muy bien, gracias. Todo perfecto aunque un poco de colesterol. Bueno, lo de siempre. Me cuido y prueba de ello es que llevo tres años haciendo el Camino de Santiago, partiendo desde diferentes puntos. Este año lo he hecho con el Club CAM, zona de Cartagena, y recorrimos Navarra y Logroño. Ya te he dicho que me gusta mucho caminar, y además es muy bueno para la salud. ¿Te animas?

 

Yo soy más de andar por los campos… de golf. Bueno, cuéntanos alguna anécdota.

 

– Unas muy significativas: durante todo el tiempo que el edificio de Agua Amarga estuvo a mi cargo no hubo ni un solo “cero” en los equipos informáticos achacable a nuestro Departamento, y todo gracias al personal de Mantenimiento. Recuerdo las inundaciones en Oscar Esplá y Agua Amarga; la obra de cerramiento del patio interior del edificio de la Central, con todo el personal trabajando y con los sindicatos apretando; el montaje, en la cubierta del mismo edificio, del grupo electrógeno (15000 Kg.) y las torres de refrigeración, que tuvimos la calle cortada un fin de semana y trabajando cuarenta y ocho horas seguidas. Recuerdo también el 31 de diciembre del año1999, que con el cambio de siglo y milenio se decía que iba a pasar de todo, y extremamos todas las medidas, incluida la de pasar la noche en el trabajo…por si acaso. En fin, ¿te parecen pocas? Ah, y tú sabes que siempre el trabajo de Mantenimiento se ha visto como algo extraño en la labor de una entidad financiera. La verdad es que hemos sido poco favorecidos y halagados a pesar de recaer en nosotros mucha responsabilidad.

 

Y ya para terminar, porque si no tendré que pedir otra horchata, y van tres, le pido que comente alguna cosa sobre el pasado, presente o futuro, y esto es lo que nos dice:

 

- Nuestra generación llegó tarde a las nuevas tecnologías, pero con la ayuda de mis hijos y varios cursos que he hecho de “office” estoy sacándole provecho al ordenador. Incluso me atrevo con el “photoshop” después de un cursillo de fotografía digital en el Aula Joven. Me paso cuatro meses en la playa y disfruto leyendo libros de ciencia ficción; los últimos han sido “El médico” y todos los de la saga de los Cole, de Noah Gordon. En cuanto a viajes estuve en Birmania con el Club CAM y en Navarra y País Vasco con JubiCAM. No quiero acabar sin agradecer el esfuerzo de todos los que hacéis posible las actividades de la Asociación, pues desde los viajes, los Foros de Debate, el Boletín, etc. cada vez somos más los que nos beneficiamos de vuestro esfuerzo y trabajo.

 

Pues gracias en nombre de todos los que colaboran y, espero y deseo que cada vez sean más los que se sumen a estas tareas.

 

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