Cortas, anchas,
estrechas, largas,
hay calles para todos los gustos
así como personas
de diferentes frutos.
Unos son dulces como la miel,
otros saben amargos como el café,
el más sabroso
resulta ser,
el que sabe a amor,
gustoso y con olor a flor.
En la familia y amistad,
lo sueles encontrar,
es barato,
pues es un regalo,
no tiene precio, es un anhelo.
Si no lo encuentras en el hogar,
búscalo en otro lugar,
sin él no podrás vivir,
tan sólo sobrevivir,
lo echarás de menos en ti.
El amor enriquece,
al que lo da y al que lo tiene.
Ofrécelo sin reparo,
tendrás el cielo ganado.
|