Hicimos la visita a la Venecia Histórica en un “vaporeto” que nos dejó a unos 15 minutos, andando, de San Marcos. Allí, acompañados por una guía, comenzamos el recorrido. La visita al Palacio Ducal fue exhaustiva, vimos las salas de la Justicia, el Senado, la Sala de los Diputados y hasta las cárceles, y, lógicamente pasamos por el Puente de los Suspiros. El edificio en su conjunto es impresionante, así como sus colecciones pictóricas, mobiliario y ornamentación. Esta visita valió la pena. Después visitamos la Catedral de San Marcos y, posteriormente, la zona comercial anexa a la famosa Piazza. No esperábamos encontrar en el mes de Octubre tan enorme gentío. De nuevo el “vaporeto” nos llevó hasta nuestro barco para realizar el último almuerzo y abandonarlo definitivamente a continuación. Como nuestro avión no salía hasta las 10 de la noche, nos entretuvieron con una excursión gratuita a la medieval ciudad de Treviso, por la que paseamos durante un par de horas, Nos causó una grata impresión. Finalmente un avión de Iberojet nos devolvió a España.

         El viaje en su conjunto ha sido muy bueno, aunque, como en todos, hay aspectos que se pueden mejorar; no entremos en ello. Sí queremos significar la buena mar que tuvimos, el magnífico trato que nos dispensaron los servidores del barco, y la calidad de las comidas. Y por supuesto la belleza de las ciudades e islas que visitamos.

         Por último dar las gracias a todos los participantes en el crucero, unos miembros de Jubicam, y otros amigos nuestros, con los que, olvidando alguna anécdota menos grata, se pasaron unos días estupendos.

         Recibid todos nuestro más cordial saludo, y hasta que decidáis viajar de nuevo con Jubicam.