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Toni Gil

101..., de momento


La prueba de que esta publicación se ha profesionalizado es que el editor en jefe te llama por teléfono y te dice que para el próximo número escribas algo alegórico al hecho de que cumple cien números, al tiempo que diez años.

 

¡AH…! y te envía el texto de portada para que no escribas más o menos lo mismo que Pascual Bosque, ¡cómo si fuera tan sencillo hacerlo como el maestro!

 

Pero como en la retribución se incluye acatar este tipo de instrucciones, me pongo teclado en ristre dispuesto a evaluar el acontecimiento. De salida, el número 100 no me es muy simpático: es conocido que tiempo atrás el pueblo alicantino dio a las terminaciones del otrora llamado cupón de los ciegos nombres sustantivos, y si el 99 es “la agonía”, pues el 100 es “la mu…”, bueno dejémoslo para otro momento.

 

Así que opto por desgranarlo: 100 son dos veces 50, bodas de oro podríamos decir; y cuatro veces 25, bodas de plata, siguiendo lo matrimonial; y diez veces

10… Nada, no me sugiere nada en absoluto. Claro que, en realidad, habría que añadir el número “cero”, y entonces estaríamos celebrando el 101…

 

Busco en internet, esa enciclopedia que tengo más a mano. Hay una agencia de publicidad con ese nombre, referencias a la película de los dálmatas, el edificio Taipei 101 que ha pasado la prueba de terremotos, Francisco Ayala que cumple este número de años… y una página web interesante: “101lugares.blogspot.com”  donde se recoge esta cifra de sitios increíbles que hay que conocer: las chimeneas de agua de Pancake Rocks, los acantilados blancos de Dover, Cotopaxi un cráter en el cielo, lagos que hierven en Nueva Zelanda…

 

No hace mucho me regalaron un libro titulado “1.000 sitios que ver antes de morir”, recomendado por el New York Times. Empecé a anotar aquellos que yo había visitado –y presumo de ser buen viajero- y de 117 países-destino yo “sólo había visitado 38”, y en muchos casos no exactamente las referencias recomendadas…casi caigo en una depresión.

 

No se si fue este periódico –o el Washington Post- el que aseguraba que si no se había publicado en sus páginas un suceso era que no había existido tal, así que parangoneando esta referencia, no diré que aquellos lugares que aun no he visitado no existen, pero sí aseguraré que aquello que no ha aparecido en las páginas de este nuestro boletín habrá sido cosa baladí y nada merecedora de espacio.

 

toni.gil@ono.com

 

 

Otrosí: No había cumplido aún 15 años cuando entré en la Oficina 0.001 como Botones, siendo Jefe de Ahorro de la sucursal Oscar Ferrer.

Fue mi primer jefe, y de él aprendí especialmente cómo se debe tratar a un cliente. A pesar de mi incipiente juventud, recuerdo que siempre me trató con respeto y consideración. D.E.P.

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