Leí en El País, hace semanas, a Rafael Argullol que “a punto de cumplir 100 años el realizador de cine portugués Manoel de Oliveira… el inmenso placer que le proporcionaba cada nuevo rodaje”. En su artículo citaba, asimismo, a otros dos cuasi centenarios: Moisés Broggi y Rita Levi-Montalcini que siguen, uno escribiendo sus memorias, y otra dirigiendo su laboratorio de investigación.

El escritor loaba a aquellos que continúan trabajando, pese a la edad oficial de jubilación, y critica el pase a situación pasiva con poco más de 50 años, por ejemplo los recientes en Radio Televisión Española. Cita, finalmente, que “Miguel Angel acabó el juicio final a los 70 años; Sófocles escribió Edipo en Colono a los 80; Goethe tenía 81 cuando puso la última línea a su Fausto”.

El mismo fin de semana del puente de diciembre, en la revista Magazine, leo una entrevista a Clint Eastwood, cuyo titular en portada es “La vida es excitante mientras sigas aprendiendo”, y a sus 78 años no “se plantea retirarse mientras pueda seguir contando historias”.

A poco que uno investigue, los ejemplos cunden: Tiziano, que vivió entre 90 y 100 años según las biografías estuvo pintando hasta las últimas horas. Victor Hugo escribió El Archipiélago de la Mancha cuando tenía 81 años. Verdi estrenó Falstaff, su última ópera compuesta cuando tenía 80. Pablo Picasso, cuando fue encontrado muerto en la mañana del 8 de abril de 1973, había dedicado las últimas horas de actividad a un cuadro, que quedó inconcluso, y que representaba una mujer tendida y desnuda; faltaban seis meses para que cumpliera 92.

Y ahora mismito,  Tapies ha expuesto en Madrid con 85 años recién cumplidos, y  todavía cabalgan por la escena Emma Penella con 78, Toni Leblanc y López Vázquez con 86 años, y Manuel Alexandre con 91.

Dice un adagio popular que el único elíxir de larga vida, de eficacia comprobada, es la actividad intelectual permanente y sistemática.

Creo que fue Víctor Alba, pseudónimo de Pere Pagès i Elies (1916 - 2003) fue político, periodista, escritor y profesor universitario quien escribió lo siguiente: "Con los años se afina la capacidad crítica, se perfecciona el razonamiento sobre los conocimientos relativos a la actividad normal, por la acumulación no sólo de trabajo, sino también de contactos humanos. A medida que avanza en edad, el hombre piensa más y piensa mejor (cada uno a su nivel educativo, desde luego), lo cuál no quiere decir que piense más acertadamente, sino que deja menos margen al dominio de las emociones en la guía de su conducta”.

Y está calentito un reciente homenaje: acaban de convertir en héroe al piloto Sully Sullenberger  por su arriesgado pero efectivo amerizaje sobre el Hudson, salvando a centenar y medio de personas. Tiene 57 años. La edad por la que en España estaría ya en la reserva pasiva; ni siquiera le llamarían para formar nuevos pilotos.

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