TU AMOR
(por Francisco L. Navarro Albert) 

y, en cortos sueños, volaban.

Amores que, al despertar,

como nubes se alejaban.

     Amores pedía en sueños

y, en mis sueños, los hallaba.

Amores que no tenían dueño

ni, por mí, se esclavizaban.

     Amores pedía en sueños

que, en sueños, se me entregaban.

Amores que, al despertar,

mis manos vacías dejaban.

     Amores pedía en sueños

y, sin ellos, despertaba.

Amores que se desvanecían,

como fuego bajo el agua.

      Amores pedía en sueños,

sin saber ni qué soñaba.

Amores que no sentían

lo que yo necesitaba.

     Amores pedía en sueños

y, el sueño, amores me daba.

Amores que nada decían

y, nada a cambio, me daban.

     Amores pedía en sueños

y, al despertar, no había nada.

Amores puede haber muchos.

Como el tuyo, no hay nada.