Voy a contaros nuestro viaje a ISDABE, en el que éramos pocos pero bien avenidos, y hubo muy buen ambiente y camaradería.

     El tiempo también acompañó con unos días espléndidos, que junto con el trato tan atento del personal de la residencia y la simpatía de los dos guías que tuvimos, en Ronda y Antequera, hicieron la estancia y las visitas de lo más agradable.

     Y ¡qué decir de las comidas! Ya nos sorprendieron las de ruta, que no esperábamos tan buenas, y las diarias de la residencia, pero especialmente la de Málaga, en el típico Tintero, y la de Ronda. Y como broche la de despedida de ISDABE, auténtica de alta cocina y con una finísima tarta.

     Aparte de comer, pudimos disfrutar de las visitas a Marbella, Puerto Banús, Estepona, la maravillosa cueva de Nerja, a pesar de los muchos escalones, el hermoso parque Selwo, que visitamos en camiones con unos chistosos guías, la ciudad de Ronda, que siempre sorprende, los pueblos blancos de Grazalema y Casares, encaramados en la sierra, y el descubrimiento de Antequera, que debería ser más visitada.

     Solo me queda recordar las noches con las partidas de cartas y parchís, y ¡cómo no!, el fútbol para los caballeros, las bromas y chistes del autobús, y nuestro estupendo chófer, Antonio, gran persona, amable y buen conductor.

     Bueno, pues a ver si otro año os animáis más y no tenemos que daros envidia.