Tras la escisión de los conservadores –1885- entre los seguidores de Cánovas y los de Romero Robledo, la política municipal en Alicante evidenciaba una consecuente volubilidad. Así, el 24 de diciembre de 1890, suspendido en sus funciones el alcalde sagastino Rafael Terol, ocupó  interinamente la presidencia el canovista Manuel Gómiz Orts, que pasó a propietario el 24 de abril de 1891. Pero como, en octubre de 1892, fue excluido del comité capitalino, Gómiz renunció al cargo en enero de 1893.

Por aquel entonces, tanto unos como otros políticos dedicábanse con gran entusiasmo al progreso urbanístico de Alicante. En este sentido, se debe a Gómiz, entre otras notables reformas, la higienización y ornato del terreno situado frente a la playa del Postiguet. De ello, encontramos testimonio en una moción presentada al cabildo del 6 de abril de 1892 por diecisiete concejales que reza:”...lo que antes era una tortuosa línea de casuchas asquerosas es una fila de preciosas y elegantes casillas, y aquello que era sucio lodazal se halla convertido en un agradable y encantador paseo de acacias y palmeras, que ha trocado aquel punto en uno de los más bellos de Alicante”.

La moción culmina bautizando el nuevo paseo con el nombre del alcalde, no obstante la resistencia que opuso éste,: “y que en premio al interés que ha tenido y tiene por todo cuanto a Alicante se refiere el Sr. Don Manuel Gómiz, Presidente de esta Corporación, así como para que sirva de estímulo a los que hayan de sucederle, se ponga el nombre de Paseo de Gómiz al que se ha construido en la playa del Postiguet, haciendo grabar esta inscripción en un lápida de mármol en el centro del pórtico que da acceso al citado Paseo.”

El Alcalde agradeció el honor, pero declaró que “no cumplimentaría el acuerdo, por lo que se refiere a su persona, mientras ocupe el sillón de la Presidencia”, a lo que se le replicó que los acuerdos municipales eran ejecutivos.