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Toni Gil

JUEGO DE GAFAS
(por Toni Gil)


     Cuando la CAAM decidió encargar a una empresa de ingeniería un anteproyecto de autopista Alicante-Murcia, realmente éste respondía a una demanda popular, social y empresarial de ambas provincias que la Administración no terminaba de poner en marcha; se llegaba a decir -incluso- que Europa acababa en Alicante (la autovía sólo llegaba hasta El Campello).

     Preparando en otoño de 1978 la presentación del anteproyecto -que la Caja regaló al Ministerio de Obras Públicas, al frente del cual estaba, si mal no recuerdo, Garrigues-, cuya rueda de prensa se realizó en la Dehesa de Campoamor, ¡el linde de las dos provincias, Alicante y Murcia!, los representantes de la empresa nos explicaron sus argumentos de trabajo. Habían tenido problemas cuando había diseñado la Autopista del Atlántico, porque nadie les había puesto como objetivo preservar de los máximos daños posibles en beneficio de una mejor cuenta de idem; así que en este caso –atendiendo a la idea de la Caja- nos hablaron de las gafas.

     Dijeron haberse puesto unas gafas para el medio ambiente, trazando una presunta autovía salvando los entornos más naturales; con otras gafas -las urbanas- diseñaron un recorrido salvando las áreas con edificaciones que no habría que demoler; con otras gafas, plasmaron un potencial itinerario de vías y carreteras existentes, para salvar al máximo intersecciones, puentes, etc.; con las gafas “fluviales” diseñaron un trayecto y un formato que salvara de torrenteras y riadas… y así prepararon un proyecto que había de responder con menores costes sociales y ambientales a la necesidad de unir por carretera dos ciudades -dos regiones- al norte de España y a Europa.

     Además de Oliver Narbona, estuvieron en la presentación Alberto Hernández y José Luis Miñano; el proyecto llegó al ministerio, acompañado de un estudio económico para el caso de que se resolviera por el método de autopista de peaje y probablemente sirvió de mucho a sus técnicos, aunque tardó algunos años en ponerse en marcha.

     Meses después, en abril de 1979, Oliver Narbona cumplió 40 años de profesional en la Caja, y mi hermano Pepe le escribió una simpática nota de felicitación en el que le vaticinaba, poco más o menos: “Curro, 40 años currando; tienes una autopista en la palma de tu mano”.

     He encontrado en la hemeroteca de Información en 21 de febrero de 1980 en el que se da la noticia de que las Cajas provinciales de Alicante y Murcia y la CAAM estaban predispuestas a financiar la obra.

     Pero la autovía aún tardaría…

agil@cam.es

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