Mamá cosía frente al televisor, y a su lado, papá recostado en el sofá ojeaba un periódico del que hacía algún comentario, pregunta o crítica. Mamá le contestaba mientras cosía, hasta que dobló la prenda bromeando, y con un: “me voy a dormir”, se levantó y guardó el cesto de la costura. Papá con un “ahora voy” siguió ojeando el periódico;  ella se encaminó hacia la cocina, abrió la nevera y miró el congelador, puso a remojo algo y dejó medio preparado en un momento y con cuatro gestos lo necesario para hacer la comida al día siguiente antes de ir a trabajar. Separó la ropa de lavar a mano de la otra, frotó alguna mancha y preparó la lavadora para que se conectara, ya la tendería Pedro por la mañana. Se fijó que le quedaba poca agua a Toby, y le rellenó el cacharro, también el de la comida. -¿Dónde estaría?- hacía rato que no lo veía, él solía tumbarse en el suelo junto al sofá, como si fuera uno más.

          Entró en la habitación de mi hermana, la arropó, recogió alguna ropa que tenía esparcida, algún juguete por guardar y cerró la ventana. Luego vino a verme a mí:

           - Aún estás despierto-, me dijo.

          - Mañana no tengo cole- respondí, mientras le tendía el libro que estaba leyendo. Leyó un poco conmigo, comentamos algo y me dio un beso mientras me decía: -estoy muy cansada, hasta mañana-.

          Se encaminó hacia el cuarto de baño, la oí quitar toallas y poner otras, recoger los batines del baño, quitar la alfombrilla de la ducha y ponerla a secar, reponer el papel higiénico y ordenar un poco. Así a la mañana siguiente encontraríamos los peines en su sitio, limpios, el espejo sin gotas, la pasta y los cepillos de dientes en su cesto y las zapatillas ordenadas y guardadas. Salió del baño y fue hacia la habitación, quitó los cojines, abrió la cama y eligió un libro de lectura. Volvió al baño, oí en ese momento que mi padre le decía: ¿pero tú no te ibas a dormir?