Índice de Documentos > Boletines > Boletín Enero 2010
 

EL MUNDO DE LOS TOROS
JUAN OLIVER, UN PERSONAJE DEL
MUNDO DE LOS TOROS
(por Roberto Hernández Vidal)


Juan Oliver nació en la misma plaza de toros de Alicante el 19 de octubre de 1944, lugar donde su padre Daniel Oliver ejerció de conserje durante 45 años y anteriormente su abuelo desde 1891 hasta el año 1931.

  

En esta plaza hizo sus primeros pinitos como novillero, participando, entre Alicante y provincia, en un total de 19 novilladas sin caballos.

  

Luego empezó a trabajar como mantenedor de electricidad en el Hospital General de Alicante, alternando, eso sí, este trabajo con el de representan-te de empresarios de la plaza de Alicante donde permaneció hasta el 19 de octubre del pasado año en que se jubiló. En la actualidad disfruta haciendo compras con su mujer, la señora Mercedes.

 

Durante los años 1980-1984 fue director de la Escuela Taurina, y en esta etapa ayudó a un buen número de chavales, aunque la mayoría se quedara en el camino de esta complicada profesión.

 

Él sabrá de los esfuerzos de todo tipo que tuvo que hacer para que su hijo Álvaro Oliver, en la actualidad uno de los mejores subalternos del escalafón, se convirtiera en matador de toros, esfuerzos que realizó también para que su otro hijo Daniel fuera banderillero.

  

Ha organizado como empresario distintos festejos en toda la provincia, en definitiva ha pasado por todas las facetas relacionadas con los toros. En la actualidad apodera al novillero Alejandro Esplá.

  

Pero desde mi punto de vista, en la labor que nadie le quita el puesto es en la de representante de la empresa adjudicataria de la plaza. La prueba es que por la misma han pasado muchos empresarios, entre ellos Paco Gil, Ángel Bernal, hermanos Lozano, Pedro Manzanares y en la actualidad Simón Casas, y todos ellos han contado con él. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

  

Debido a la amistad que nos une, nos ha desvelado en parte los entresijos que existen para montar una feria y nos enumera los trámites que se realizan para llevar a cabo esta difícil tarea que a simple vista parece carecer de importancia.

  

Julio Oliver·  Contacto con apoderados para ajustar fechas, composición de carteles, ganadería y emolumentos.

·  Contacto con ganaderías y posterior visita a las mismas, cosa que a cualquier aficionado le encantaría. Reseña de los toros (elección), tomando nota de su número, pelo, constitución, pitones y hechuras. Petición a los ganaderos de fichas  de  partida  de  nacimiento  de las reses,  cartulinas de saneamiento (donde se constaten todas las vacunas obligatorias) y, en fin, todos los requisitos necesarios para que el animal pueda salir de la finca y ser lidiado. Presentación de esta documentación ante Sanidad para que autorice la entrada a la plaza de toros de la res.

·  Contrato de camiones especializados para el transporte de las reses.

·  Requerimiento a los apoderados de los contratos con las condiciones pactadas, de la composición de las cuadrillas, de los DNI, número de registro profesional del Ministerio del Interior y número de la Seguridad de todos los componentes, documentos todos visados por el INEM (Instituto Nacional de Empleo) y por la ANOUET (Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos)

·  Petición de permiso a Sanidad para la comerciali- zación de la carne de lidia, acompañada de la docu mentación necesaria, ya que el carnicero receptor de la carne debe estar especializado y poseer una sala de tratamiento y despiece para poder realizar los análisis PRIONIC (test de las vacas locas).

·  Presentación ante la Consejería de Gobernación de toda la documentación citada anteriormente.

·  Pago de honorarios a los espadas. Por la mañana, antes de la corrida se les adelanta una cantidad, el resto normalmente por la tarde.

·  En caso de suspensión de la corrida por inclemencias del tiempo, abono de salario al chófer del torero y al mozo de espadas. Así mismo, abono de los gastos de viaje y de hospedaje.

·  Gestiones y contratos con televisión.

·  Control de taquillaje.

·  Contratos siguientes: informática para expedición de las localidades, imprenta y fijación de carteles, cuadra de caballos para picar, prensa y radio.

·  Preparación de altas y bajas de los 166 empleados fijos discontinuos.

 

¡Qué no sabrá Juan Oliver de la plaza de Alicante! Algún día nos contará historias sobre los tesoros que se encontraron en ella tras haber sido prisión durante la guerra civil.

 

Volver