Día gris y lluvioso cuando me reúno con Antonio -Toni para los amigos-, que deben ser muchos porque todos lo llaman así. Mi primera pregunta no podía ser otra: Acabas de recibir, por acuerdo de la Junta Directiva de JubiCAM, una placa en reconocimiento a tu dilatada y valorada colaboración en el Boletín ¿qué significó para ti?
– Como ya dije en el mismo acto de la entrega, parecía tratarse de una compensación por un esfuerzo periodístico que en mi caso no es tal. Primero por la relativa facilidad que tengo con la pluma y porque aprovecho los artículos que realizo para difundir aspectos del proyecto Raíces y para recibir colaboraciones que por otro medio me sería más difícil conseguir. Además, equipararme en este reconocimiento con mi buen amigo y compañero Demetrio es todo un lujo para mí. Y finalmente lo veo como un fogonazo de amable y cariñosa gratitud de mis compañeros de JubiCAM.

Periodista, escritor, publicista ¿qué te consideras?
– Más bien me considero comunicador, en el amplio concepto del término. He pasado por todas las fases de la comunicación, por todo el oficio del periodismo de la mano de mis hermanos y llegué al mundo de la publicidad, poco a poco, como un proceso de formación espoleado por el trabajo de la Caja. Quizá en los últimos años he practicado más algunas facetas del periodismo, más como plumilla que como entrevistado, que nunca lo fui, aunque afortunadamente tengo algunas oportunidades de prestar asesoría en proyectos publicitarios.

¿Cuál es tu fuente de inspiración para los artículos que publicas en el Boletín?
– El folio en blanco. No hay más fuente de inspiración que la recopilación de datos; lo importante es saber sobre lo que uno quiere escribir, disponer de material alrededor de la mesa y a partir de ahí la chispa que suele salir de cualquier renglón de cualquier texto. Además, hay que reconocer que las nuevas tecnologías permiten tener a mano, a un clic del ratón, mucha más información que hace unos años, cuando la recopilación de datos era mucho más laboriosa.

¿Desde cuándo te dedicas a escribir y cuál es tu último trabajo?
– Empecé en el diario  Información al regreso del servicio militar compaginándolo, como es obvio, con mi trabajo en la CASE y cuando este trabajo me requirió dedicación completa ya solo pude continuar colaborando en La Hoja del Lunes, cosa que hice durante los domingos de 17 años. Finalmente la Caja requirió mis servicios en este campo y pasé a ser “periodista de empresa”. Mi último trabajo es el que envié ayer a JubiCAM y que se leerá junto a esta entrevista en el próximo boletín.

¿Recuerdas el primero que hiciste y sobre qué trataba?
– De los periodísticos no lo recuerdo pero sí, y no lo tengo, el primer trabajo literario con el que obtuve el segundo premio en un concurso de cuentos, con 19 años, en los Salesianos. Si alguien lo tiene, que se lo envíe.

El escritor ¿nace o se hace?
– No me considero escritor en la respetable acepción del término pero, efectivamente, hay que nacer con “algo” y después tener la suerte de poder desarrollarlo de la mano de buenos maestros.

¿Cómo descubriste que te gustaba?
– En mi familia ha habido dos periodistas, mis hermanos mayores, y en ese contexto es difícil no tratar de emular a quien se admira y se quiere.

En la actualidad ¿cuál es tu situación en la CAM y qué función desarrollas?
– La figura creo que se llama jubilado parcial y mi actividad se reduce a tutorizar, o supervisar, el proyecto Raíces; un encargo del propio Director General puesto en marcha en el año 2004 del que me he enamorado hasta el tuétano y que me produce unas satisfacciones enormes.

¿Estás deseando que te llegue la jubilación total?
– En realidad gozo de un estatus privilegiado porque le dedico a este proyecto de recuperación de la memoria histórica de la Caja el tiempo que me apetece, lo mismo una hora al día sentado ante el ordenador que una mañana completa en el tercer sótano de Oscar Esplá, y cuando uno impone su propio ritmo y mientras goce de la confianza que se me ha dado no aspiro a más.

¿Cuál ha sido tu trayectoria desde que entraste en la entidad?
– En 1961 entro de botones, en 1967 paso a la oficina de La Florida, en 1970 Subjefe de Promoción de la mano de Francisco Bernabéu y a partir de ahí Jefe de Publicidad y Promoción, Director de Imagen y Comunicación, Jefe de Pensionistas, de Gestión Cultural, hasta 2006 que paso a la situación actual.

¿Una anécdota?
– Cuando le propuse a Miguel Romá traer el ballet “La Belle Époque” de Barcelona para el acto de presentación de la nueva imagen CAM, en Elche, me preguntó si no era demasiado atrevido. Le contesté que lo había estado viendo con Demetrio Mallebrera y que a él no le había parecido demasiado desvergonzado. La opinión de Demetrio bastó.

Para conocerle un poco más le pedimos un breve resumen de su vida familiar y esto es lo que nos contesta:
– Estoy casado con Lola desde 1970 y tenemos tres hijas y un hijo “biológicos”, dos hijos y una hija “políticos” y una nieta de casi dos años. Soy alicantino de procedencia manchega, nací en 1946 y fui el primer hijo de mis padres no nacido en Tobarra (Albacete). Mis hermanos mayores fallecieron y resta mi hermana Maruja que me sigue tutelando.

Y de tus aficiones ¿qué nos cuentas?
– Pues que me gusta la novela policíaca, viajar y el dominó, por este orden. En materia de viajes tengo la experiencia de haber organizado numerosos proyectos como parte de mi trabajo que ha favorecido mi conocimiento de destinos nacionales y extranjeros pero siempre queda mucho por conocer. Deseo ir a Siria y Jordania, y tengo pendiente Perú y Guatemala, pero todo se andará poco a poco.

¿Proyectos de futuro?
– Pues sí. Volveré pronto a la Residencia Isdabe porque, además que su entorno siempre me ha subyugado, represento a la Caja en su Consejo de Administración, aunque procuro vivir la Residencia desde dentro como un visitante más. Pudiera ser que el viaje a Siria se cumpliera en octubre de este año.

De las asociaciones Club CAM, Voluntarios CAM y JubiCAM ¿en cuál estás más compro- metido?
– Estoy asociado a todas aunque “militar” milito poco, más bien me defino como socio de número pero allá donde se me pide algo puntual los compañeros me tienen siempre dispuesto.

Has tenido un intercambio epistolar con Francisco Bernabéu sobre cine ¿de dónde viene ese argumento?
– Lo del cine ha sido una excusa para ese cambio de opiniones. Mi afecto y respeto por Paco nace cuando yo con 23 años paso a ser parte de su equipo. Lo que ha hecho en la Caja por la Caja, y lo que seguirá haciendo, es un modelo para nosotros. Su presencia en uno de sus órganos de gobierno puede ser la semilla que permita en el futuro que otros le acompañen o le sustituyan.

¿En busca del sello perdido?
– Concretamente de sellos lamento no tener un ejemplar de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Alicante. Al margen de sellos seguimos buceando en archivos, colecciones privadas, Internet… intentando localizar toda clase de elementos que enriquezcan el archivo histórico de la Caja y siempre los primeros en conocer los hallazgos son los lectores de este boletín. Agradezco a todos los colegas que me prestaron su ayuda aportando algún material que guardaban celosamente en su casa y espero seguir recibiendo donaciones de documentos para este destino. Gracias anticipadas a todos.

Cuando acabamos la entrevista salimos a la calle y el sol lucía en todo su esplendor. ¿Gracias a Toni?