Índice de Documentos > Boletines > Boletín Mayo 2010
 

Vicente Esteve

   AL HABLA CON...
DEMETRIO MALLEBRERA VERDÚ
(por Vicente Esteve)


Demetrio ha sido recientemente galardonado con una placa por JubiCAM en reconocimiento a su meritoria y continuada colaboración literaria en el Boletín, desde mucho antes de jubilarse. Lo traemos a nuestra sección preguntándole en primer lugar: ¿cuál fue tu reacción al enterarte?, y esto es lo que nos contesta:
- Pues no sé que decirte. En estos eventos descubrimos al personaje y lo que estamos haciendo hoy aquí no me gusta, pues prefiero ser el entrevistador y no el entrevistado. Mi vocación literario-periodística la ejerzo desde que acabé mis estudios. Estoy muy contento por lo que han valorado, aunque no me supone esfuerzo. En principio el acto estaba previsto que fuese en el Día Universal del Ahorro, en Elche, y hubiese tenido la oportunidad de hablar ante numerosos compañeros, pero no pudo ser por haber sufrido días antes un derrame interior del ojo y hubo que operar de vitrectomía. Al final se hizo ante los asistentes a una Junta Directiva y, claro, el marco ya no era el mismo, pero dije en repetidas ocasiones, y ahora una vez más,  que no lo merecía, porque me he limitado a hacer lo mío, lo que sé hacer y me gusta.

¿Desde cuándo escribes?
- Te responderé con una anécdota. Me encontré entre papeles viejos un cuento de cuando empecé el bachillerato, que ya había reelaborado y pasado a máquina. Se titulaba “Una corrida extraordinaria” y trataba sobre una mosca de las que abundaban en las bodegas cooperativas cuando llegaban los tractores, en plena vendimia, llenos de uva y… moscas. Con imaginación y un rápido movimiento de mano la “cazaba” para poco a poco ir descuartizándola, primero una pata, después un ala y de aquello, descrito minuciosamente, salió un cuento con moraleja: ¿para qué me ha servido hacer esto si al final me he quedado sin mosca? Al acabar los estudios, junto a otro compañero y antiguos profesores hicimos una revista donde se publicaban artículos de todo tipo y ya no he parado hasta hoy. Hablo de finales de los 60, cuando le componía canciones a mi novia (fueron más de un centenar, que fueron destruidas).

¿Tienes algún antecedente familiar en el mundo de las letras?
- Mi padre se dedicó a la radio y un familiar lejano, clérigo, fue famoso por su retórica. Soy una persona de vida interior que se refleja en mis escritos para quien quiera verlo.

¿Has publicado algún libro?
- Tengo cuatro publicados: “La fuerza incomprendida”, novela; el opúsculo “Un sueño de nobleza”; la colección de cuentos “Nadie contesta” y “Septiembre”, el libro sobre mi pueblo Monóvar (Alicante), y varios en proyecto.

¿Por qué escribes?, ¿Qué escribes?, ¿Para quién escribes?
- Lo considero una vocación que se me ha dado por Quien puede hacerlo, y tengo que ser fiel a ella, y además lo paso bien. Tengo, incluso, mucha poesía escrita y el esquema de una obra de teatro, aunque lo que más escribo y me gusta son los artículos, tanto largos como cortos. Para el voluntarioso que tenga la paciencia de leerme mi satisfacción plena es si mi inquietud ha sido capaz de dejar inquietudes, pues la última palabra siempre la tiene el que lee y no el que escribe. Sé que tengo buenos lectores en JubiCAM porque me llega y ante esto me auto exijo aprovechando la actualidad y soy muy duro con los temas que toco. Van dirigidos a un público de mi edad. Los que escriben ahora sobre ética y moral parece que están descubriendo el mundo y no hacen más que decir (como si fuera nuevo) lo que ya existía en las Escrituras. Mi deseo es llegar a la gente a través de mis escritos pero, cuidado, hago una advertencia y pregunto si se han enterado de lo que he querido decir ya que esto es lo que da verdadera satisfacción al escritor. Mis artículos tienen su “aquel”: hacer reflexionar al lector, aprovechando lo que sucede, y escondiéndose tras una anécdota o un recuerdo. Pero siempre hay un mensaje, oculto o directo, de cómo actuar o qué hacer.

¿Te han otorgado algún premio literario?
- No he tenido esa satisfacción ni tampoco suelo presentarme, ni mucho menos -por ética- si lo convoca la CAM, aunque me llevé un accésit de cuento navideño en un concurso que patrocinaba la Caja Provincial. Pero en mi época militar, año 1970, estando en el Gobierno Militar salió la convocatoria de un concurso, por ser el año internacional del libro, y me animaron los compañeros y mandos a participar, ya que conocían que había escrito “cositas” sueltas. Mi artículo salió publicado en la revista “El Palleter” y me concedieron un premio de 15 días de permiso que no pude disfrutar porque me llegó cuando ya estaba licenciado.

¿De dónde te viene la inspiración para los artículos del Boletín?
- De la propia vida y la actualidad, intentando mostrar el aspecto espiritual que nos caracteriza como humanos. Yo lo hago en estas tres vertientes: Trascendencia (hay otra vida que da sentido a todo, hay una meta y hay que dar cuentas), Conciencia (voz interior -formada- que dice lo que hay que hacer en todo momento) y Obras y hechos (coherencia, ser consecuente y analizarse). Lo demás se da por añadidura.

¿Cuál es tu situación actual en la CAM?
- Me prejubilé en 2005 y pasé a jubilación parcial en 2009. En la Caja de Novelda obtuve plaza por oposición en abril de 1971, y entré en la oficina de Jumilla, pueblo agrícola-industrial; de allí pasé a La Algueña, pueblo eminentemente agrícola de donde recordaré siempre que una tormenta con pedrisco arrasó todas las cosechas y muchos agricultores se tuvieron que reciclar a la industria del mármol. Aquí me enamoré de lo que era una Caja de Ahorros. Después de mi experiencia con los agricultores me trasladaron a la zona industrial de Petrer y allí me “pilla” la fusión con la Caja del Sureste y nace la CAAM. Por mi preparación en ambos tipos de clientes solicité la plaza de Interventor en Monóvar, donde vivía, y allí estuve durante nueve años. Se acercaba el momento de dar el paso a director o ser un hombre gris, en el sentido peyorativo de la palabra, dentro de la Zona. En ese momento aparece la Providencia en forma de circular donde se convoca la plaza de redactor de publicidad, ¡casi nada para un interventor! Hubo que superar exámenes, nos presentamos 20 de toda la Caja y en el año 1983 me traslado con toda la familia a Alicante. Es el momento de las dudas ¿esto me gusta? ¿es esto lo mío? pero no hay marcha atrás. Siempre agradeceré a Toni Gil, mi Jefe en Publicidad y Promoción, su recibimiento a toda mi familia. En el trabajo pronto fuimos complementarios el uno con el otro. Cinco años después, en 1988, se crea Imagen y Comunicación con Toni de Director y yo como Jefe del departamento de Publicidad hasta que se rompe Imagen y Comunicación pasando Publicidad a  depender de Marketing. Se  crea Imagen y Publicidad donde paso 13 años de mi vida hasta que me incorporo como Jefe de Proyectos en Marketing. Lo más importante fue desarrollar el actual logo CAM con sus figuras geométricas y su filosofía, el nuevo nombre de la entidad, la cultura empresarial, etc.

Le pedimos que nos cuente algo de su vida familiar y nos dice:
- De joven saqué el Peritaje Mercantil, pues elegí eso dentro de lo poco que podía estudiar en aquella época la clase media en Alicante, Magisterio o Comercio. Me presenté a oposiciones de empleado de juzgados pero aquello no salió. Ya tenía novia, creo que la tengo desde que nací. Era muy introvertido y tenía algunos complejos. Me ayudó mucho a salir de esta situación el ser practicante convencido de mis creencias religiosas, que siempre me han dado fuerzas en situaciones apuradas y conflictivas, y en todo momento. El 14 de junio de 1973 me casé con Consuelo mi novia de toda la vida, también monovera, y tenemos dos hijos emancipados: Demetrio que nació en el 74 es administrativo y Consuelo en el 77, es psicóloga. Nos queda mi hermana y sus hijos y nietos, y por parte de mi mujer su madre y 3 hermanos con sus familias.

Y al preguntarle por sus aficiones, no duda:
- Escribir, escribir y escribir. Leer porque no puedes ser escritor si no lees; la música buena, clásica y selecta. La poesía la valoro tanto o más que la prosa porque me cuesta tanto hacerla como leerla.

Para acabar le pedimos que refleje sus proyectos y sus deseos:
- Son muchos y me gustaría que no hubiera un solo momento en mi vida sin tener alguno. Pido a los que nos están leyendo que recuerden a los compañeros que ya no están con nosotros y que si pueden eleven una oración por ellos.

No había una forma más bonita de despedirnos. Te prometemos hacerlo.

Volver