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LA TORRE MINGUEZ
(por Miguel Gallego Zapata)

(Cronista Oficial de la Villa de San Javier)


     En 1888, se establece un nuevo caserío llamado más tarde a ser centro turístico y de ocio de primer orden, junto a la ribera del Mar Menor.

     Como es natural, se centra alrededor de una ermita, puesta desde el principio, bajo la advocación de Santiago Apóstol. De ahí el origen del nombre “SANTIAGO DE LA RIBERA”.

     La fundación se realiza a instancia del Excmo. Sr. Don José María Barnuevo y Rodrigo de Villamayor y Ulloa, Caballero de la orden Militar de Santiago y de su esposa Excma. Sra. Doña María Teresa Sandoval y Mena Melgarejo y la Quintana, quienes se entierran en dicha ermita, entre 1911 y 1912.

     La generosidad de los donantes llega a ofrecer a censo algunas parcelas, donde comienza a formarse el poblado primitivo, que bajo su tutela constituye un trazado modélico.

     La transformación experimentada durante estos 122 años podría calificarse de notable, pues desde aquella vieja posada del Tío Isidoro Zapata, lugar de llegada, y de la Torre Mínguez hasta esta moderna ciudad de hoy existe un abismo.

     Precisamente queremos referirnos al recinto de Torre Mínguez, casa solariega de la extensa finca y lugar de residencia de los Señores de Barnuevo hasta tanto se edificaran lo que más tarde se llamaría Hotel de Barnuevo, en la Explanada de Barnuevo, frente al Mar Menor, denominación que se debe a sus muchas habitaciones dado lo numeroso de esta familia.

     El edificio de la Torre Mínguez, que tiene una antigüedad de quinientos años y aspecto árabe, sin duda el más emblemático y antiguo de Santiago de La Ribera, se encuentra rodeado de viviendas para los administradores, guardas de la finca y trabajadores, así como cuadras para las numerosas caballerías y yuntas de bueyes de labranza, recintos destinados a vaquerías, cerdos y aves de corral. Al trasladarse sus propietarios a la casa de la playa, quedó vacío y sólo fue ocupado por órdenes religiosas que venían a pasar sus vacaciones, cedido desinteresadamente a éstas, que por otra parte se ocupaban durante sus estancias del culto de la capilla adosada al edificio, que más tarde, por cesión de éstos se transformó en la Iglesia que alberga la Parroquia de Santiago Apóstol. Posteriormente fue ocupada por Don Antonio Barnuevo Marín Barnuevo, uno de sus hijos y heredero de esta propiedad.

     La finca era una inmensa extensión de tierra de la cual se segregó por expropiación, varias veces recurrida por Barnuevo, la Base Aeronaval, hoy Academia General del Aire, que dicho sea de paso, tantos beneficios proporcionó a toda la zona del Mar Menor.

     Para tener una idea de la extensión e importancia de la Finca “Torre Mínguez”, en el año 1941 tenía aún una cabida de 180 hectáreas y a principios de siglo los Hermanos Martínez, aperadores, recibieron el encargo de Barnuevo de hacerle diez aceñas por 30.000 pesetas para la extracción de agua de los diferentes pozos que había en la finca que después se fueron transformando en pozos artesianos, convirtiéndose en pionera de los cultivos más modernos.

     Citamos como anécdota que los aperadores de aquellas aceñas para regresar por las noches se orientaban por la torre de la Iglesia de San Javier, pues aún no había carretera y había que hacerlo por vericuetos, hasta tanto los señores de Barnuevo cedieron a principio del siglo XX  parte de su finca para hacer la actual carretera recta entre San Javier y Santiago de la Ribera, cuya construcción fue costeada por suscripción popular.

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