LA PARTIDITA (por José Mª Molina)

     Mes de Julio, cinco menos cuarto de la tarde y 35º; salgo de casa, mi destino ir a jugar con amigos y compañeros nuestra partidita de “Julepe”, que realizamos todos los jueves a las cinco y media de la tarde en punto. Después de saludarnos tomamos posesión de los asientos que tenemos asignados; quiero hacer una breve presentación: a mi derecha Manolo, gran conocedor de este juego, por lo que parece un tahúr -para mi un buitre que como muevas una pestaña sabe que cartas llevas en las manos-; le sigue Rafael, desconcierta, nunca se sabrá el juego que puede hacer puesto que se tira de un as y se queda con el tres del palo que corresponda, con lo que despista a toda la mesa; le sigue Roberto, buen jugador al que no entiendo lo que hace, ya que al recibir las cartas en el reparto una por una las frota sobre el tapete verde. Le sigue Pepe, con apellido de pájaro y comportamiento en el juego de león; continuamos con otro Pepe, mirada a los ojos del contrincante, sabe cómo jugar aunque a veces no le acompaña la suerte pero de que gana, gana, desconcierta y si es necesario te regaña por haber jugado mal. El siguiente, Emilio, excelente persona, para mí creo que tiene marcadas las cartas, puesto que cuando le toca el reparto siempre le sale lo mejor de lo mejor, sucesivamente. Baldomero, cuando dispone de una buena jugada lanza su carta y sus nudillos al chocar contra la mesa dan la sensación que la va a romper. Y por último un servidor, soy el pajarito al que últimamente han ascendido a pichón.

     Una vez expuesta la presentación, se inicia la partida, apuesta 0,20 € por jugador, aquí se empiezan a notar los años; lo digo por eso de la demencia senil, con frecuencia se le olvida a alguien poner, primera discusión y alguien pone dos veces para poder continuar, no se puede hablar mucho, parece ser que alguno no puede concentrarse lo suficiente, las partidas se repiten con alguna palabra que otra durante dos horas, cuando se da por finalizada, no sé si decir esta contienda; bromeamos y reímos memorizando algunas de las partidas, pasamos al capítulo de pérdidas y ganancias, unos han ganado cinco euros, otros tres, nadie ha perdido, pero alguno de los participantes mantiene que incluso perdiendo es más barato y más divertido que ir al cine.

     Se hace tarde, vamos a ver las “Chinchoneras”, no pensar que es el título de ninguna zarzuela, son las esposas de los “Juleperos” que estos sí son de sainete. Posiblemente estas mujeres sí que se merecen que se escriban bastantes renglones por aguantar a los pelmas mencionados anteriormente.

     Bueno chicos ¿quedamos para el jueves que viene? Si Dios quiere.