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Semana Santa

Juan Español ____________________

 

 

 

La Semana Santa es una manifestación religiosa ancestral que conmemora la pasión y muerte de Cristo, mediante la celebración de actos fervorosos de recogimiento y exaltación de la fe cristiana, en memoria de la crucifixión de Jesús y de su resurrección durante la semana de la Pascua judía. La primitiva Iglesia decidió celebrar oficialmente este hecho salvífico mediante un rito memorial, siendo en el siglo II cuando comenzó a reservarse un domingo particular del año para conmemorar la más importante de las fiestas cristianas como momento culminante del año litúrgico, que posteriormente se extendió a la celebración semanal de la Pascua, con el santo Triduo Pascual de la Pasión y Resurrección.

   

     Al estar basada en el calendario lunar judío, la celebración de la Pascua católica es variable, siendo determinada su fecha en el Concilio de Nicea, que la fijó en el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna Llena tras el equinoccio de primavera, de forma que fluctúa entre el 22 de Marzo y el 25 Abril, calculándose en base a ella las otras fiestas movibles del calendario litúrgico. El Triduo Pascual consiste esencialmente en los actos de conmemoración de los tres días que se inician con la misa vespertina del jueves santo y concluyen con la oración de vísperas del domingo, abarcando la totalidad del misterio pascual; cada celebración del Triduo presenta su fisonomía particular: la tarde del Jueves Santo rememora la institución de la Eucaristía; el Viernes se dedica entero a la evocación de la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz; durante el sábado la Iglesia medita el descanso de Cristo en el sepulcro y por último, en la Vigilia Pascual, los fieles reviven la alegría de la Resurrección. Previamente ha tenido lugar la Cuaresma, el periodo del tiempo litúrgico destinado para la preparación de la Pascua.

 

     Estos ritos eclesiásticos oficiales, celebrados por la Iglesia en el interior de los templos, presentan otra vertiente externa de procesiones populares, que en España se iniciaron con la fundación de las primeras Cofradías en el siglo XV. La que podríamos llamar Semana Santa de desfiles procesionales tiene su origen en la redención de los pecados, siendo el momento en que los penitentes que cumplían pena canónica iban en largas peregrinaciones a los lugares de perdón para lograr indulgencia. Actualmente la Semana Santa se define como tiempo de solidaridad y perdón, en el que las hermandades suelen hacer gala de su cualidad de penitenciales y desarrollan programas solidarios, mediante iniciativas para ayudar a los  más necesitados, con aportaciones de dinero, ropa, comida, peticiones de indulto o apadrinamientos en países pobres.

   

     Una tradición arraigada en las cofradías de penitentes es la solicitud de medidas de gracia para reos, cuyo origen histórico tiene dos versiones: la primera se remonta a 1447, en plena Reconquista, cuando Juan II de Castilla dictó la Ley del Perdón del Viernes Santo de la Cruz, por la cual cada año se indultaba a un reo en esas fechas. La segunda tiene lugar en el siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III, cuando la peste diezmó la población de Málaga y las autoridades acordaron suspender la Semana Santa; enterados de ello, los internos de la prisión se ofrecieron a llevar en procesión la imagen de Jesús El Rico, lo que fue denegado, provocando un motín y la fuga de los presos, que sacaron a hombros el trono con el Cristo, volviendo a la cárcel al término del recorrido. La repentina desaparición de la epidemia fue interpretada como un milagro.

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