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Mi colección

Rafael García Aroca  ____________________

 

 

 

 

Al hilo del anterior comentario, fue Manuel Sánchez Monllor, quien sugirió abrir una serie donde los asociados hablaran de sus colecciones.

El ser humano es muy dado a atesorar cerca de él objetos útiles, e inútiles, que siempre producen a quien los tiene una gran satisfacción, basada a veces en los recuerdos de sitios visitados, o de personas queridas, otras por ser obras de arte que seducen sus sentidos, con valor monetario alto o bajo, objetos con valor sentimental muchas veces, pero siempre valiosas para su poseedor.

Animo desde aquí a todos los compañeros a enviarnos su colección para ser publicada en sucesivos números de nuestra revista, que como veis se ha mejorado en cuanto diseño y calidad de impresión.

BUHOS, sí esta es mi afición de coleccionista, naturalmente no vivos, sino figuras de todo tipo de materiales, tamaños, formas, y procedencias.

¿Cómo comenzó?, pues el primero llego a mis manos en el ámbito laboral, en La CAM como muchos de vosotros; en aquel entonces, calculo que por el año 1980, en nuestro departamento se instauró una costumbre por Navidad, se trataba de que todos tuviéramos un detalle en la fiesta donde nos deseábamos felicidad, pues bien nuestras compañeras que, no nos engañemos, eran las que mejor organizaban aquello, adquirieron los regalos para todos, y a mí me toco un pequeño búho de porcelana blanca, a partir de ese día quedó depositado encima de mi mesa de trabajo; a continuación un compañero que salió de vacaciones, me trajo como recuerdo la segunda lechuza, y ahí comenzó todo.

Actualmente tengo una colección de 154 piezas, eso sí, yo no he comprado ninguno. En el seno familiar empezaron a llegarme estos regalos de mi madre, hermana, esposa, suegra, hijos, sobrinos,… se extendió también entre mis amigos, se mantuvo la costumbre entre mis compañeros y así fue creciendo mi colección, unas veces como muestra de agradecimiento tras una buena acción, otras como muestra de cariño, y otras… no me explico aún porque, el caso es que la mayor satisfacción llego al darme cuenta la cantidad de gente que pensaba en mí y me lo demostraban de esa manera, personas que solo trataba superficialmente o eso creía yo, ¡se acordaban de mí!, a todos les estoy muy agradecido.

Los tengo ingleses, tailandeses, argentinos, de corcho y gran tamaño, muy pequeños, marcadores de página de un libro, de cristal, de madera, eruditos, piratas,… todos y cada uno de ellos con una historia y una persona detrás.

Una curiosa anécdota, un alto directivo de IBM vino muy temprano a nuestras instalaciones para una reunión, le hice pasar a mi despacho hasta que nos convocaran, y hablamos de de diversos asuntos profesionales y personales, durante todo el tiempo jugueteaba con un folio de papel, me llego a molestar su falta de delicadeza al no mirarme directamente a la cara, cuando terminó me obsequió con  un búho de papiroflexia, había reparado que en la vitrina estaba parte de mi colección y la incremento de esta manera, mi enfado se torno en agradecimiento y sonrisas.

¡Ah y además hay quien cree que traen suerte!, bueno como mínimo la de saber que no estás solo.

Un abrazo a todos.

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