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El pasado 21 de Agosto falleció nuestro querido compañero Francisco Morant, víctima de un infarto de miocardio fulminante.
Aunque en el BOLETÍN no solemos hacer referencias necrológicas (sí que damos cuenta en las Juntas Directivas y Asambleas) porque, teniendo en cuenta que somos una asociación de jubilados, en todos los números tendríamos desgraciadamente alguna mención al respecto, en este caso, y por las especiales circunstancias que se dan en la persona de nuestro compañero, creo que se justifica que lo recordemos en nuestro principal medio de comunicación.
Nuestro amigo Paco, además de pertenecer a la Junta Directiva desde el año 2001, era sobre todo un colaborador indispensable en la confección del BOLETÍN, y uno de nuestros compañeros que más horas de trabajo le dedicaba a la Asociación, ya que raro era el día que no venía por nuestro local, siempre dispuesto a colaborador con todos los que lo necesitábamos.
Pese a todo ello, por lo que era más conocido entre todos nuestros asociados era por su faceta de articulista. Con su sentido del humor, su fina ironía y su capacidad de observación era capaz de satirizar como nadie lo cotidiano, deleitándonos todos los meses con sus artículos que hacían las delicias de nuestros lectores, y por ellos había sido premiado en varias ocasiones en nuestro concurso literario.
En páginas interiores publicamos su último artículo que me entregó personalmente dos días antes de dejarnos y que, en esta ocasión, como si de una premonición se tratara, cambia su estilo y se nos pone a filosofar sobre el deterioro del cuerpo y la mente.
Descanse en paz nuestro estupendo colaborador y mejor amigo.
Hasta el próximo mes.
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