| |
El día 21 de Agosto recibí la tremenda noticia de que esa misma tarde había fallecido en Valencia nuestro Paco Morant. Era mi amigo, hermosa palabra que se define por sí sola.
En las películas de aventuras sobre el Oeste Americano, hay una titulada “Dos cabalgan juntos” interpretada por Richard Wirmarch y James Stewart. Pues bien, Paco y yo hemos “cabalgado” juntos muchísimo tiempo, hasta el día fatídico del 21 de agosto.
Empezamos en nuestra adolescencia, cuando ingresamos en la Caja a finales del año 1948 en la Central. Transcurrido un año aproximadamente fuimos trasladados a la nueva Oficina Urbana nº 29 en la calle García Morato, donde permanecimos durante varios años.
Nuestros domicilios estaban separados por unos300 metros en el barrio de Carolinas, y hacíamos el camino a pié tanto a la ida como a la vuelta para ir a la Oficina. Entonces la jornada laboral era de mañana y tarde.
Al mismo tiempo vinieron los primeros paseos por la Explanada, la costumbre era que los jóvenes ocuparan uno de sus laterales, de tierra, que no estaba pavimentado como en la actualidad. A veces con chicas y otras con amigos, era el punto de reunión de la juventud en aquella época. En algunas ocasiones nos acercábamos al Bar Consuelo -ya desaparecido- a tomarnos una cerveza con su correspondiente ensaladilla rusa, que estaba riquísima.
Algunas tardes, y como socios del Grupo Deportivo Sureste de España, en la jornada laboral intensiva, nos íbamos a jugar a pala corta en el frontón del C.A. Montemar situado en la calle Padre Esplá, uniéndose a nosotros Baldomero Giner. Nuestro profesor se llamaba Goiburu, un vasco que fue internacional en la selección española de fútbol en la década de los años 20.
También hemos vivido durante 30 años aproximadamente en el mismo edificio, y aunque hayamos tenido destinos distintos dentro de la Caja, la relación siempre ha sido magnífica. Ha habido amistad, buen compañerismo, alegrías, disgustos, confidencias, etc. todo lo que trae consigo la vida.
En el mes de Noviembre de 1997 recién jubilado, causó alta en nuestra Asociación, y en el año 2001 formó parte de la Junta Directiva con el cargo de Contador, trabajo que ha desempeñado hasta su fallecimiento. Independientemente de su cargo en la Directiva, realizaba los escritos que publicaba en el Boletín Mensual y pasaba al ordenador los de otros colaboradores, y así mismo las relaciones de los viajeros que figuraban en los viajes programados, etc. etc. También hemos coincidido en los trabajos de nuestra Asociación durante varios años, realizándolos con muy buen agrado.
Tanto en la vida laboral como en su situación de jubilado dentro de la Asociación, ha sido apreciado y querido por todos los que lo hemos tratado, y estoy seguro de que este es el sentimiento que nos une a todos los que tuvimos la fortuna de conocerle y convivir con él durante una etapa de nuestra vida.
Siempre te recordaré con alegría. Descansa en paz.
|
