Índice de Documentos > Boletines > Boletín Agosto/Septiembre 2005
 
LAS TORRES DE LAS ENCAÑIZADAS
 
En “EL ECO” de enero de 2002 el ilustre historiador murciano Serafín Alonso, publicaba un interesantísimo artículo titulado “Hace cinco siglos, para prevenir las incursiones marítimas numerosas torres defendieron la costa murciana” y, además de varias fotografías de Torre de Rame (Los Alcázares), Torre del Negro (El Algar), La Azohía (Cartagena) y Cabo COPE (Aguilas), refiriéndose al Mar Menor, dice: “Carlos V, Felipe II, Carlos III y otros monarcas se interesan por la construcción de estas torres defensivas; algunas como vigías: las de El Pinatar, San Miguel de El Estacio, Calnegre... y otras como refuerzo y amparo, entre las que se conservan las del Negro y Ramí, actualmente en términos de Cartagena y Los Alcázares.

Con estos baluartes de defensa, el ganadero podrá pacer sus rebaños sin temor inmediato, el agricultor cosechar el grano, el pescador salir a la mar y el viajero recorrer el territorio sin mayores riesgos.

La torre, símbolo de defensa e hidalguía, es una constante histórica en el campo del Mar Menor. Las crónicas concejiles recogen los acuerdos para construir edificaciones que garanticen la pacífica convivencia de los moradores de la Ribera.

Mi buen amigo don Francisco Sala Aniorte -Cronista Oficial de Torrevieja-, tuvo la amabilidad de enviarme unos valiosísimos planos de las torres de El Estacio y de la Encañizada, que encontró en Madrid cuando iba buscando planos y mapas de Torrevieja para la Exposición “El Espacio Geográfico de Torrevieja a través del Tiempo”.
Para nosotros, los de San Javier, estos planos suponen una verdadera joya, pues como todos saben tales construcciones figuran en el escudo heráldico de nuestro municipio con la leyenda “LA ALBUFERA ME DIÓ VIDA Y DOS TORRES FORTALEZA”, pero pienso que también podrán ser de interés para los dedicados a estos temas por lo que, con mucho gusto, los he depositado en el archivo municipal, donde podrán encontrarlos los interesados en consultar los datos que con tanto acierto recogió el conocido historiador y mejor amigo Serafín Alonso.

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