Índice de Documentos > Boletines > Boletín Febrero 2009
 

NICASIO CAMILO JOVER
(por Vicente Ramos)

Vicente Ramos

........

     Nacido en Alicante el 14 de diciembre de 1821, Nicasio Camilo Jover fue una de las personalidades más relevantes de la intelectualidad lucentina, cuya infancia, si discurrió entre las tinieblas de la “década ominosa”, alcanzó horizontes de libertad bajo la doble influencia de sus padres y de su tierra:

 

     “Tanta belleza anegó mi alma,/ tanta armonía enalteció mi mente;/ latióme el corazón en dulce calma,/ brotó en mi pecho de entusiasmo ardiente/ el fuego celestial, quise la palma/ del artista alcanzar, y de repente,/ vagó mi delirante fantasía/ en un mundo de gloria y poesía”.

 

     Leyendo su primer libro -Poesías-, impreso en Elche (1841), “advertimos las indudables influencias de la época, especialmente la de Víctor Hugo, en quien “las musas, todas en ti, sus dones derramaron”, y la de José Zorrilla: “Y en seguir tu noble huella/ con la irreflexible audacia/ de los juveniles años,/ toda mi gloria cifraba...”, de quien se consideraba “eco fiel de tus divinas palabras”.

 

     Residente en Madrid desde 1841 a 1851, Jover ejerció el periodismo en las páginas de El Heraldo, estrenó su drama histórico en tres actos y en verso Dios y mi derecho y publicó el libro Glorias de España con prólogo de José Peiret Bosque.

 

Nicasio Camilo Jover     Comentando estas páginas, Antonio Cánovas del Castillo sostuvo que Jover había revelado “una región ignorada de la mayor parte de sus compañeros” y que “su voz ha vuelto a recobrar el influjo poderoso que tenía la de los vates homéricos: es dulce para el corazón; grande para la fantasía; útil para la sociedad”.

 

     De vuelta a su ciudad nativa, trabajó en El Eco de Alicante, pero sustancialmente se entregó a la dirección del diario El Constitucional, donde “dio a conocer la valía de su infatigable pluma, ora defendiendo reformas y proyectos convenientes al presente y al porvenir del suelo que le ha visto nacer, ora en animada y seria polémica política con los diarios de la localidad”, afirmaron José M. Milego y Antonio Galdó.

 

     Autor también de novelas  -Las amarguras de un Rey (1856) y El Rollo de Villalar (s.a.)-, la presencia de Jover en los anales lucentinos destacará en todo momento por sus obras Reseña histórica de la Ciudad de Alicante, que, publicada en 1863, la reeditó facsimilarmente Agatángelo Soler Llorca en 1978, y Las fragatas insurrectas y el bombardeo de Alicante, crónica del trágico ataque llevado a efecto el 27 de septiembre de 1873 por los cantonalistas de Cartagena, causando ocho muertos, muchos heridos y numerosos edificios dañados.

 

     Con fecha 10 de octubre, el Gobierno promulgó un decreto, cuyo artículo único rezaba como sigue: “Se dan las gracias en nombre de la Patria a los Voluntarios de la República, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Alicante por su heroico comportamiento durante el 27 de septiembre del año actual”. Lo firmaban: “El Presidente del Gobierno de la República, Emilio Castelar.- El Ministro de la Gobernación, Eleuterio Maisonnave”.

Volver