Índice de Documentos > Boletines > Boletín Abril 2009
 

RECORDANDO TIEMPOS PASADOS:
EL SEÑOR BERNABEU
Y su mengaje a García...
     (por Miguel Hortelano) 

 

     Nunca llegué a imaginar que la “profesión” de abuelo llevara aparejada una jornada laboral tan larga y tan intensa. Porque la realidad es que a uno, dedicado a cuidar a sus nietos, vigilándolos, atendiéndoles, le queda muy poco tiempo libre para dedicarlo a esas cosas que pensaba hacer cuando  llegara la jubilación. Como compensación tenemos que resulta un trabajo altamente gratificante que te hace vivir sensaciones que, normalmente, no llegamos a sentir con nuestros propios hijos y la verdad es que, aunque no mucho, aun queda tiempo libre. Y en esos tiempos muertos, como se dice en baloncesto, a mi me gusta sentarme en mi terraza, frente al mar, con la mirada perdida en el amplio horizonte, dejando que la mente vuele a su capricho. A veces me da por parar el reloj y dedicarme a rebobinar las cosas buenas del pasado para, en una especie de proyección, recordarlas y revivirlas. Resulta un buen ejercicio y días pasados, en el repaso de esos fotogramas mentales, apareció la imagen de don Francisco Bernabéu Penalva en el recuerdo de una conversación que mantuvimos cuando él estaba ya programando su jubilación. Le comentaba yo entonces y al mismo tiempo le animaba a crear una especie de asociación o algo por el estilo que agrupara a todos los empleados jubilados de la Caja. Y a él no le disgustaba la idea aunque decía que eso era muy complejo. Y ese comentario lo tuvimos en más de una ocasión e incluso llegamos a pensar que una agrupación fuerte podía influir en determinados aspectos de la política laboral del país. Ahora tengo que reconocer que en eso éramos bastante ilusos.

 

Francisco Bernabeu Penalva     Conocí al señor Bernabeu (así lo he llamado siempre a pesar de su insistencia en el tuteo) en 1961 y fue la persona con la que tuve que tratar mi posible e ilusionado ingreso en la Caja de Ahorros del Sureste de España, cosa que conseguí en 1962. Con la complicidad y ayuda de Pepe Gil (otra gran persona que se nos fue) se le había ocurrido montar en la Caja una especie de mini encuadernación, con un pequeño toque de impresión y como aquello al parecer no funcionaba como ellos querían abrieron una puerta por la que me colé yo. Eran otros tiempos y otras formas de entrar a formar parte de esa gran familia de la Caja del Sureste. Yo, por mis andanzas periodísticas, estaba acostumbrado a tratar con muchas personas de distintos niveles pero la personalidad del señor Bernabeu me impactó bastante. Ocupaba él entonces el puesto de Interventor General y tenía fama, además de ser un gran profesional, de tener una capacidad de trabajo impresionante, de ser muy tenaz y de conseguir todo lo que se proponía porque era incombustible al NO. Luchaba por sus ideas, insistía y al final casi siempre conseguía lo que quería, quizás porque todas sus propuestas aprobadas triunfaban luego en la práctica. Él descubrió a Alberto Hernández Esteve, un Actuario de Seguros que era dominador y malabarista de las matemáticas y con ellos llegó la Informática y el cambio de los Libros Mayores por las fichas y las cintas perforadas. Toda una revolución, según me contaban los que vivieron ese periodo, no comprendido ni aceptado por muchos.

 

     Siguiendo con mis recuerdos apareció el de uno de mis primeros trabajos en la Caja. Me fue encargado por el señor Bernabeu y se trataba de la impresión de una fábula titulada “El mensaje a García”. Era una pequeña historieta que el señor Bernabeu utilizaba mucho como ejemplo de eficacia y se trataba de un jefe que da a uno de sus hombres la orden de llevarle un mensaje a García. Sin más explicaciones. La historieta es un poco larga pero la síntesis es que el mensajero, que no sabía quien era el tal García, sin preguntarle nada al jefe, se las apaña a su manera, incluso se ve obligado a viajar y pasar mil peripecias, pero el mensaje llega a su destino. Era un signo de eficacia y una forma de expresar lo que el jefe quería de sus compañeros de trabajo. Recuerdo que la distribución de aquella historieta fue muy comentada y el señor Bernabeu me encargó una segunda edición, y puedo asegurar que a mí, personalmente, me sirvió de mucho su lectura.

 

     Con esa filosofía, la de los sueños, el entusiasmo, la organización y la eficacia, conocí siempre al señor Bernabeu. Junto a él no se puede estar parado. El 1 de agosto de 1984 se jubiló como empleado de la Caja pero su incansable actividad le llevó a ser cofundador de la Asociación de Empleados Jubilados de nuestra Caja; después fue el Fundador y Primer Presidente de la Federación Española de Jubilados de Cajas de Ahorros y por si era poco amplió sus fronteras y también fue el Fundador y Primer Presidente de la Agrupación Europea. Todo un bagaje profesional y humano que hacen de don Francisco Bernabeu Penalva una persona irrepetible y quizás merecedora de ser clonada. Y pienso, una vez puesto en marcha de nuevo el reloj y metido en la realidad  actual, que aunque ya haya recibido más de una demostración de reconocimiento a  su gran actividad, entre ellas la Insignia de Oro de JUBICAM, los que hemos trabajado con él, sus amigos, debemos estarle muy agradecidos por cuanto nos ha enseñado, nos ha dado ejemplo y nos ha animado siempre a seguir adelante. Se lo merece.

Volver