HA MUERTO UN HOMBRE BUENO
(por Andrés Calvo Mulet)
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Nuestro estimado compañero y amigo Jaime Ronda Orozco nos dejó hace unos días.
Hombre de arraigadas creencias religiosas y fiel falangista sobresalió por su gran sentido de la tolerancia con los demás. Su respeto por las personas y sus ideologías estaba por encima. Así tuvo innumerables amigos que encontraron siempre en él, su bonhomía y compresión.
En el trabajo destacó por su interés, compañerismo, y deseos de hacer las cosas bien.
Fue un excelente padre y leal compañero de su difunta esposa.
En sus últimos años extendió sus inquietudes socioculturales a través de asociaciones diversas.
Vocal de Jubicam en la Marina Baixa, desarrolló sus funciones con toda ilusión y querencia.
Podría contar muchas más cosas de Jaime, pero prefiero terminar estas tristes líneas asi: "ha muerto un hombre bueno".
Andrés Calvo Mulet