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VIAJE A BURGOS 
(RAICES DE CASTILLA)
(Por Francisco Navarro Balsalobre)


12 de mayo.- Con puntualidad prusiana a las 8.00 llega a la Plaza de los Luceros el autobús con los compañeros de Murcia y Vega Baja; colocamos las maletas e iniciamos ilusionados el viaje 39 asociados. Por parte de los delegados del viaje Miguel Morote y José Mª Alonso, se nos informa de los prolegómenos de la ruta (paradas de descanso, almuerzo, llegada prevista a Burgos, nombre del conductor, etc.) y pendientes de las condiciones atmosféricas -que no se nos presentan muy halagüeñas- cruzamos la Mancha que con las lluvias de este otoño/invierno presenta un aspecto magnífico. En plena sierra de Madrid -El Molar-, paramos a almorzar en el Rte. Olivares, donde si las instalaciones típicas nos causan buena impresión, la degustación del menú nos deja plenamente satisfechos.

A la hora prevista y tras tener sol, nubes, lluvia, más nubes, más lluvia… llegamos a Burgos -sin llover- y nos instalamos en un céntrico hotel, aún con tiempo para efectuar una pequeña descubierta por la ciudad; pequeña y además rauda, pues los 6º de temperatura a 12 de mayo es demasiado para nuestros cuerpos mediterráneos. La cena en el comedor del hotel de estilo barroco castellano, se completó con el triunfo futbolístico ¡¡ ya iba siendo hora!! del Atlético de Madrid.

Día 13.- Según lo programado, nos dispusimos a ocupar el día en visita guiada a la ciudad. Si bien nos encontramos con una climatología realmente adversa (lluvia, frío de 3º a 5º, incluso algo de nieve), tuvimos la suerte de disponer de un guía local que, además de los magníficos conocimientos artísticos e históricos de la villa, desbordaba vitalidad, humor, afabilidad… en definitiva las visitas a la Catedral, Monasterio de las Huelgas, y un recorrido urbano bajo una lluvia pausada pero continua con un frío que si lo hubiéramos tenido en nuestra tierra no habríamos salido de casa, se nos hicieron cortos. Lo despedimos con una ovación de gala; gracias Luis, siempre uniremos el recuerdo de Burgos a tu persona.

Día 14.- Salimos hacia Vitoria, y nos recibe un día soleado y con cielo completamente azul, sin rastro de la lluvia de los días anteriores, si bien la temperatura es de ¡¡ CERO GRADOS!! El paisaje  es precioso, extensos campos de un verde intenso, salpicados por pequeños pueblos con su antigua iglesia resaltando sobre las casas; pasamos junto a Miranda de Ebro,  antaño importantísimo nudo ferroviario y tras atravesar una serie de túneles llegamos a Vitoria. Nos reciben dos guías con las que efectuamos un pequeño paseo panorámico,          destacando la cantidad de zonas verdes y las avenidas anchas y rectas que hacen de Vitoria la ciudad de España con mayor cantidad de metros cuadrados de verde por habitante que, junto a su diseño urbanístico, la hacen la ciudad con mayor calidad de vida del país. Damos un paseo a pie por el casco antiguo visitando las obras de restauración de la Catedral vieja, la Plaza de la Virgen Blanca, Plaza de España con su estructura cuadrada y porticada donde se llegaron a celebrar corridas de toros y  la Catedral nueva. Tras un buen almuerzo en un restaurante de la ciudad y un último paseo regresamos a Burgos.

Día 15.- Nos encontramos ya en el ecuador de nuestro viaje y con buen tiempo aunque como todos los días fresquito, nos dirigimos a Palencia, distante unos 95 km. donde ya nos esperaba Isabel nuestra agradable guía para la visita a la ciudad. Comenzamos por su Catedral La Bella Desconocida, pues vista desde fuera no te imaginas la belleza y magníficas obras de arte que guarda en su interior, así como su impresionante cripta visigoda. Hicimos el habitual recorrido a pie visitando diversas iglesias y edificios representativos (Diputación, Teatro Principal, etc.)… Junto a la calle Mayor descubrimos la oficina de la CAM donde nos hicimos la foto grupal de recuerdo. En la Biblioteca Pública visitamos la exposición, también patrocinada por nuestra CAM, Grabados de Goya. Tras el almuerzo marchamos a Frómista, centro de referencia muy importante del Camino de Santiago, donde visitamos la Iglesia de San Martín, una auténtica joya del románico perfectamente restaurada. A unos metros de la salida hacia Burgos pudimos contemplar un tramo del Canal de Castilla, extraordinaria obra de ingeniería fluvial mandada construir por el Marqués de la Ensenada y lamentablemente inconclusa, regresando posteriormente a Burgos.

Día 16.- A la hora de siempre, con fresquito y tiempo algo nublado, recibimos al guía y salimos a recorrer la comarca de la Bureba situada al norte de Burgos, donde volvemos a contemplar el paisaje de verdes intensos, ríos -Oca, Oña, Ebro-, zonas boscosas, desfiladeros, gargantas, etc. En primer lugar llegamos a La Poza de la Sal –Balcón de la Bureba-, recorriendo su casco medieval declarado Patrimonio Histórico Artístico, destacando la visita al Centro de Interpretación de la Sal, donde el geólogo encargado del Centro nos explicó con una claridad y sencillez magistral la historia geológica de la formación de los yacimientos así como su explotación desde los romanos hasta los años cincuenta. Seguimos a Oña donde descubrimos un conjunto maravilloso formado por el Monasterio del Salvador fundado en el año 1011, donde el sacerdote a cargo de la iglesia -padre Daniel-, nos explicó detalladamente las múltiples obras de arte que ofrece el Monasterio desde el románico… hasta el gótico y renacimiento, incluso nos deleitó con una breve interpretación al órgano del año 1760. A la salida descubrimos la estatua de Fray Pedro Ponce de León que desarrolló e implantó el lenguaje de los sordomudos. Tras el almuerzo en el pueblo de Frías, visitamos su conjunto medieval. Acuciados por los aficionados al fútbol iniciamos un rápido regreso a Burgos para ver el emocionante final de la Liga.

Día 17.- Hoy tenemos día libre en Burgos, excusa para levantarnos algo más tarde, realizar las últimas compras y saborear con tranquilidad calles y rincones de la ciudad sin la prisa de días anteriores. El día ha salido magnífico, con un cielo azul intenso, sin una nube, que ha hecho realidad las aseveraciones de los guías: El espectáculo de las agujas de la Catedral sobresaliendo sobre edificios y árboles, recortándose en el azul del cielo, visto desde los alrededores del Paseo del Espolón, es realmente precioso. Algunos aprovechamos para degustar la joya de la gastronomía local el lechazo; damos fe que merece sobradamente los elogios que le hacen. Tras un paseo para bajar la comida y despedirnos del Cid, preparamos las maletas y… a cenar.

Día 18.- Y llega el día del regreso. Salimos con tiempo y temperaturas excelentes; el almuerzo lo realizamos en Aranjuez, donde todos recordamos con nostalgia aquellos viajes heroicos de los años 60, donde necesariamente en la ruta hacia Madrid y norte del España se debía atravesar esta ciudad, realizando un paseo para estirar las piernas y aprovechar para comer y comprar fresas y espárragos. Salida hacia Murcia y Vega Baja para dejar a los compañeros de allí y finalmente llegamos a nuestro Alicante.

Esta es la crónica de unos días con muy buen ambiente, camaradería y compañerismo, donde debe dejar constancia en nombre de todos, de la profesionalidad, dedicación y amabilidad de nuestro chofer –Juan Pedro- a lo largo de todo el viaje. Y para terminar, recordar la frase del viaje: ¡¡¡ESTO ES LO QUE HAY!!!

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