Índice de Documentos > Boletines > Boletín Noviembre 2010
 

LA IMPRESORA ABANDONADA
(por Toni Suana López -9 años-)


     Érase una vez una impresora que no tenía dueño y pasaba todas las noches en la calle al lado de la basura. Pasaban los años y nadie la cogía, pero un día un abuelito que se llamaba Pepe la cogió y la llevó a restaurar, se quedó como nueva y se la llevó a su casa.

     Pepe no sabía qué hacer con la impresora, también tenía un ordenador que no utilizaba y el abuelito se los regaló a su nieto Toni y se los puso en la habitación de su chalet, y así vivieron felices para siempre.

Volver