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   CAJA VERSUS BANCO
(por Toni Gil)


Aun recuerdo las denuncias que muchas Cajas realizaban a través de la Confederación sobre el uso que muchos Bancos realizaban del concepto “Cajas de Ahorros” por entender que era privativo y exclusivo de nuestras entidades. A la hora de redactar este comentario aun se podría encontrar en internet, a la venta, un documento de 1930 del extinto Banco de Aragón que en lugar de titular el servicio o producto como Libreta de Ahorros lo nominaba como Caja de Ahorros.

Esa publicidad “engañosa”, a criterio de las Cajas, se extendía a todo tipo de soportes. Veamos a continuación una típica hucha de hierro del Banco de Vizcaya, que también usaba el denunciado término.

Podían verse escaparates, luminarias, cristaleras, banderolas… en fachadas de Bancos con la denominación digamos que “equívoca”. Una de las entidades crediticias que con más frecuencia utilizaba este concepto era el Banco Popular; así reproduzco parte de un folleto donde explícitamente se utiliza.

Hoy ya casi no tiene importancia, cuando las Cajas crean Bancos y se confunden (¡ojo, véase la primera acepción del diccionario!) y no estaría justificado quejarse y mucho menos litigar para defender -como antaño- no solo un concepto comercial sino algo más simbólico, hasta más romántico. Siempre se ha dicho que la política crea extraños compañeros de cama, pero, para algunos, las Cajas, con sus defectos, eran entidades muy distintas; y, como me decía un colega no ha mucho, “prefiero jubilarme hoy de la Caja, que no mañana de un banco”.

En nuestra casa hay compañeros que proceden de diversos bancos y algunos me han comentado en alguna ocasión que “esto es otra cosa…” Probablemente en el futuro las diferencias estriben en otro tipo de referentes.

Pero, en el fondo, “los viejos gladiadores del ahorro -me decía otro “jubilata”- nunca seremos bancarios”.

toni.gil@ono.com

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