Se divisa entre un bosque de pinos
en un lugar del monte sombrío
un paupérrimo castillo que no está vacío
sino lleno de pavor y aullidos.
Qué misterio existe en su interior
entre coronas y amuletos
y por qué luchan los esqueletos
contra los vampiros inquietos.
La voz del viento es de pavor,
aparece entre los pinos
ahuyentando a los vecinos
causando estupor y un fétido olor
Con que afán enloquecido
el Sultán que allí habita
sable y machete en mano
persigue al viento muy ufano.
|
|
Entre tinieblas está esperando;
por cortar cuellos está ansioso;
descansa en ese castillo misterioso
el fantasma encadenado.
Sangre, úlceras para sus partituras
chupasangres y vampiros asquerosos
en sus catacumbas los leprosos
crisantemos en sus jardines y sepulturas.
Barrotes en forma de doncellas
cadenas con cientos de eslabones,
puñales, torniquetes formando escalones
grilletes llenos de punzantes estrellas.
El Sultán destripador y pendenciero,
degollador y sanguinario,
con los fantasmas imaginarios
es el vampiro justiciero.
|