Recuerda mi alma
la postrera herida,
la mentira hiriente,
el rencor suicida
y perdona.
Recuerda mi alma
la fugaz caricia,
el amor ausente,
el dolor que humilla
y perdona.
Recuerda mi alma
que no fue amable
que no fue sencilla,
que no amó la vida
y, en silencio,
espera el perdón.