GANGA.- Los precios escritos en aquel establecimiento eran tan bajos que le parecieron una verdadera ganga. Cuando entró, se dio cuenta de que estaba en una tintorería.
CARNAVAL.- Llamaron a la puerta y dijeron ser “Caperucita” y “El Gato con Botas”. Creyó estar soñando, pues eran los personajes favoritos de su infancia. Al abrir, despertó al ver a sus dos nietos disfrazados. Era el día de carnaval.
COMODIDAD.- Aquel indigente que dormía sobre cartones consiguió un premio tan importante que le permitió vivir en un palacete. Sin embargo, siguió durmiendo en el suelo y se sentía feliz.
LLANTO.- Realizando su tarea se le saltaban las lágrimas. Era natural en aquella cocinera encargada de pelar las cebollas.