______________________________ MICRORRELATOS |
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Maria Terese Ibáñez |
Decadencia: Mi padre caminaba delante de mí. Iba un poco encorvado, sus pasos eran lentos e inseguros. Recordé su vigor, su vitalidad, lo erguido que era y la seguridad y protección que sentíamos a su lado. Pensé en todo esto y se me llenaron los ojos de lágrimas.
A mi manera: Cuando alguien dice “yo quiero a mi manera”, desconfío de esa forma de querer. Cuando se quiere de verdad solo hay una forma de hacerlo: con toda el alma.
Tiempo: Cuando no se tiene tiempo para nada – para ayudar a los demás, para disfrutar de la naturaleza, para ponerse en contacto con Dios… - se es más pobre que el que no tiene dinero.
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Francisco L. Navarro Albert |
Un buen paciente.- Don Andrés era un hombre muy comedido y puntilloso. Seguía soltero a su edad simplemente porque le habían dicho que el matrimonio era una cosa muy seria y, ante la duda de si daría o no la talla, prefirió no casarse. Como enfermo era, también, un paciente ejemplar. Siempre atendía las prescripciones de su médico sin rechistar aunque, a veces, no entendiera muy bien sus razones. No pudo, sin embargo, callar cuando el galeno le indicó: “Debe Vd. tener mucho cuidado con el polvo” a lo que inquirió: “¿Debo utilizar detergente líquido en la lavadora a partir de ahora, doctor?”
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Gaspar Pérez Albert |
Contradicción: Era tan contradictorio que afirmaba ser muy práctico en la vida, aunque solo en teoría.
Fracasos: Bebía para olvidar y vencer sus fracasos hasta que un día se olvidó de beber. Entonces los fracasos acabaron por vencerle. Fue su último y definitivo fracaso.
Desconsuelo: Le asustaba lo deprisa que pasaba el tiempo, porque le importaba mucho hacerse viejo. Veía las horas pasar pero ninguna se paraba a consolarlo.
Contrariar: Su gran afición era llevar la contraria. Mas no podía practicarla porque su acusada bondad no le permitía contraria a nadie.
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