¡Anda ya!
no me agotes!...
¡no me quites la energía!
¿No comprendes vida mía
que nos quedan pocos días?

Aprovechemos el tiempo
con gracia y con desparpajo,
sonriamos a la vida
y…¡no me des más trabajo!

¡Es tan fácil, ver el vaso,
en vez de vacío, lleno!

Alegrarse con las flores,
con los ríos, con los cielos,
con los montes y las playas,
los senderos, riachuelos…

Hablarnos con gran ternura
sin rencores ni secretos,
ir cogidos de la mano,
muy unidos y serenos.

Poder disfrutar del arte
(que los hombres descubrieron),
¿porqué supongo sabrás
que el arte nació primero?

La pintura, la escultura,
la música, la poesía,
la danza,
las mil canciones que se inventan
escritores y poetas
incansables noche y día.

¿Y el milagro de los hijos?
de los hijos y los nietos,
tantas y tantas, mil cosas,
que la vida ha propuesto.

No olvidemos la oración,
que Dios permite.
No olvidemos el perdón,
que también existe.

Aprovechemos ahora
que aún estamos a tiempo,
y mañana Dios dirá.

¿Qué más dicha que estar juntos?
¿Hay mayor felicidad?