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  - TÓRTOLAS TURCAS * Residencia de ISDABE
 
Estábamos en la terraza de la cafetería de ISDABE (ya sabéis, queridos lectores, la Residencia de las Cajas de Ahorros en Estepona) cuando una tórtola de color parduzco aterrizó buscando picotear entre las mesas algunas migas sobrantes del desayuno.

Mi contertulio, Santiago, me ilustró:
“Son tórtolas turcas; han llegado a la Costa del Sol emigrando, y se han asentado entre los pinares y los eucaliptos”.
Yo, que he visto en mi campo de Agost –Alicante- a las tórtolas aborígenes, manifesté mi asombro, por dos razones: en primer lugar, por el tamaño, ya que las ibéricas me parecen bastante más pequeñas, casi cual pichones de la paloma común, aunque el color amarronado verdoso sea similar; la segunda duda estribaba en la distancia que tenían que haber recorrido hasta llegar aquí, del orden de los 3.000 kilómetros.

Busco en internet y encuentro datos sobre otro tipo de palomas, las torcaces, que vienen del norte de Europa al País Vasco y a Portugal desde hace ... ¡ni se sabe! … y llegan a superar el millón de ejemplares anualmente. Leo que éstas son capaces de recorrer hasta 800 kilómetros diarios en su diáspora, lo que equivaldría a 16 horas a 50 por hora… sin parar para aliviar.

Este ´turismo´ invernal, acaso subvencionado por el ´imserso´ de las aves, me ha recordado la anécdota acaecida hará más de veinte años en Candelario, ese pueblecito jamonero de Salamanca. Allí, una amable señora, al darnos a conocer como gente de Alicante, nos sorprendió informándonos que pasaba todos los inviernos en la Albufereta, huyendo del frío de la sierra de Bejar.

En ISDABE son muchos, miles, los jubilados extremeños, castellanos, madrileños… que acuden en otoño, invierno y primavera, a pasar una quincena al calor de su sol y de su gente, la plantilla de un centenar de profesionales de la Residencia que se desvive por atenderlos.

Como tórtolas turcas huyen del frío, pero también de la rutina de sus pueblos y ciudades. Pasan de cuidar de sus hijos o de sus nietos a ser cuidados, quizás de jornadas aburridas a estar permanentemente de excursión, de apenas mover el cuerpo a marcarse un bailecito alguna que otra noche, y quizás de vivir un poco solos a compartir el tiempo y el ocio con otros viajeros.

Si quieres pasar unos días en la Costa del Sol, como las tórtolas turcas, llama al 952 88 39 77 y habla con Antonio Mesa.
El te encontrará un hueco, a buen seguro.
Y recuerda, nuestra Caja es accionista de ISDABE:
eso te beneficia en la tarifa.

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