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Se entiende por burocracia la organización, regulada por normas, que sirve para establecer un orden racional con el que distribuir y gestionar los asuntos que le son propios.
Sin embargo, hay otra acepción, más difundida, de que es una administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas, sobre todo en la Administración Pública.
En este último caso suele tener un sentido peyorativo.
La burocracia no solamente es privativa de la Administración Pública, sino que es igualmente aplicable a la organización industrial y empresarial. Sin ella muchos de los procedimientos, tanto públicos como privados, resultarían ineficientes y caóticos. El tratadista que mejor estudió el fenómeno de la burocracia fue M. Weber, quien la analizó en amplitud y profundidad. Este autor consideró varios ejemplos históricos de burocracia, por ejemplo, el Nuevo imperio egipcio, el Principado romano, el Imperio bizantino, la Iglesia católica a partir del siglo XIII, la gran empresa capitalista y otros.
Y también aportó un paradigma de conocimiento al respecto, en el que viene a decir que sin una burocracia no habría posibilidad de organización colectiva.
La relación entre la burocracia industrial o empresarial y la del Estado ha sido explicada de formas diferentes según autores, aunque parecen estar de acuerdo en que el aumento de la burocracia estatal es el resultado de un crecimiento previo de la burocracia industrial, la cual exige la creación de controles gubernamentales cada vez más complicados.
Quizás, en el fondo, la burocracia sea la consecuencia de la cada vez mayor distancia entre quienes reciben la información respecto a quienes han de tomar las decisiones derivadas de dicha información. Esto obliga a normalizar un camino progresivamente alargado y cada vez más rutinario. Por ello la, comúnmente, mala opinión que para algunos tiene la burocracia. Lo que parece ineludible es que para la existencia de una sólida organización han de existir unas férreas normas burocráticas.
Desde el punto de vista sociológico la burocracia podría estar definida por las siguientes características:
a).- Es esencialmente una organización racional del trabajo de un gran número de personas que concurren a la producción de un bien o servicio.
b).- Mantiene una yuxtaposición jerárquica con jurisdicciones de responsabilidades, de modo que cada individuo es responsable de su trabajo ante un superior inmediato, quien a su vez es responsable ante otro superior, y así sucesivamente.
c).- Suele mantener unas reglas detalladas que precisan tanto las tareas de cada persona como el modo en que debe llevarlas a cabo.
d).- La remuneración del burócrata suele tener un tratamiento fijo, establecido conforme a unas normas muy precisas, en las que se suele tener muy en cuenta su formación, antigüedad y competencia.
e).- El ingreso y la promoción de los burócratas es por vía de un escalafón con diversidad de criterios previamente definidos.
Estas características lo son desde el punto de vista sociológico. De ellas se desprenden algunas consideraciones relativas a la desdibujada opinión que sobre la burocracia se suele tener.
Lo cierto es que la burocracia es necesaria y ha de estar bien preparada para poder realizar sus funciones con la mayor eficiencia posible.
Un buen modelo a seguir, dentro de la Teoría del Derecho Político, es el de la burocracia estatal de Alemania. Para este país la burocracia es uno de los pilares fundamentales de su Estado. El modelo alemán es muy aplaudido por los teóricos constitucionalistas y por los sociólogos, en cuanto a su eficacia y utilidad.
Es muy propio de la versión “estructural” que se aplica en Alemania a las ciencias sociales. Y en el aparato del Estado alemán confían plenamente sus ciudadanos, lo cual es fruto de la estabilidad y del sentido de servicio que históricamente ha cumplido su burocracia.
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