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Está de moda esto de las OPAS… Que si Endesa… que si Gas Natural… que Si E-Eon... que si Metrovacesa… que si Arcelor… que si el Gobierno…
Recuerdo que… de pequeño… cuando mi abuela comentaba los precios de la tiendecita de abajo con la de arriba… mi Abuelo no podía aguantarse y siempre contaba el caso de la Tía Jacinta… caso verídico… de verdad…
Recordáis aquellos carritos de arrastre que todos los días que había cine o algún acontecimiento importante se situaban frente a la puerta del Cine o Teatro?... Llevaban un sin fin de “chucherías”… pero para comer…
Solían llevar cacahuetes… un lebrillo con altramuces en agua… chufas mojadas y secas… castañas secas y pilongas… dátiles de varias clases… regaliz de barrita y de palo… Un sin fin de cosas de las que uno hacía su provisión para entrar a ver la película…
Ah!... lo curioso en este caso es que llevaba una buena provisión de cucuruchos de papel de periódico… casi siempre del ABC… creo yo porque sacaba dos formatos de envase… la mitad y la página entera.
La Tía Jacinta era uno de aquellos personajes que dos horas antes de comenzar el espectáculo aparecía arrastrando su carrito y poniéndose centrada sobre la puerta.
Uno de tantos compradores… un muchacho jovencito… le compró un cucurucho de cacahuetes y otro de altramuces… y cuando llegó el momento de pagar… con carita de pena… le pidió a la Tía Jacinta si se los podía fiar hasta el día siguiente… domingo… pues tendría la paga nueva…
Con gran sorpresa por parte de todos los que estábamos allí esperando la Tía Jacinta le negó el crédito y le dijo…
Mirad “Xiquets”… eso yo no lo puedo hacer de ninguna manera… no puedo fiar…
Os contaré… Hace unos días escuchaba por la Radio eso de la OPA y me dije… eso es una buena idea… y decidí hacerle una OPA hostil al Banco de Valencia… sí… ese que está ahí… al lado del Teatro…
Yo me decía… esos tíos deben de ganar mucho dinero… cuando han quitado las comisiones… fijaros si ganarán… debe de ser muy buen negocio…
Pedí visita al Director y en la primera entrevista nos pusimos enseguida de acuerdo… firmamos un convenio en el que había dos elementos base…
1º.- “Que él se comprometía a no vender mis “chucherías”… lo que yo llevo en el carro… altramuces… dátiles… chufas… regaliz de palo…
2º.- Que yo no debía ni podía conceder a nadie créditos o préstamos… es decir… no puedo fiar…
Y mi Abuelo Xiulante se quedó tan “pancho”…
Toma OPAAA…!!!
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