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Agosto de 1924. Antonio Sánchez Mellado culmina desvelos y trabajos en pro de dotar a la ciudad de Alicante de una emisora de radio como así lo proclamó el diario El Tiempo del 22: “la emisora montada en Alicante por el señor Sánchez Mellado ha sido registrada en la Dirección General del ramo con el título de Radio Alicante”.
A la iniciativa del citado promotor, se celebró –24 del mismo mes- una asamblea de entusiastas aficionados sinhilistas de la que salió la “Sociedad Radio Alicante” con dos comisiones: una, gestora; otra, organizadora de programas musicales.
Aquella, formada por Antonio Sánchez Mellado, Juan Jordá, Daniel Sánchez, Alfonso Tormo y Miguel Más; ésta, por los periodistas Juan Botella, Juan García, Juan Sansano y Luis de Salvador.
Recordemos que el instrumento usado por el radioescucha era la elemental galena, artefacto que comprendía el receptor, el auricular y la antena, y que con tal aparato se pudieron escuchar en nuestra ciudad –10 y 11 de septiembre- los primeros conciertos radiofónicos.
Aunque la emisora no tardó en enmudecer, el entusiasmo de Antonio Sánchez Mellado y del ya nutrido grupo de radioaficionados hizo realidad la instalación de otro centro emisor en el Ateneo –enero de 1925- amparado por la recién creada “Asociación Radio Alicante” que presidió Antonio Martínez Torrejón.
Pero, cuando esta nueva empresa iniciaba su ilusionado rumbo, una disposición del Gobierno, exigiendo como potencia mínima un kilovatio en antena, la paralizó hasta su desaparición.
Los trabajos –ahora, con éxito- fueron reanudados en 1932 por Juan Valero Campomanes, Amando Colomina Muñoz y Rafael Garberí Mora, quienes consiguieron inaugurar –5 de febrero de 1933- la emisora E.A.J. 31. Radio Alicante, al tiempo que se creaba otra sociedad protectora de este nuevo medio de cultura.
“Sin subvención oficial alguna –así reza un testimonio de aquel momento histórico para la radiodifusión lucentina- se sostiene y progresa gracias a la compenetración cordialísima entre Radio Alicante y los alicantinos, los cuales, por su admirable patriotismo, han desoído la tendenciosa campaña de un grupo de detractores y no han titubeado en engrosar la lista de socios protectores de esta obra alicantina”.
Los programas eran variados: un trío, diario, en la sobremesa; un quinteto –martes y viernes- en hora nocturna; música de baile los jueves con la orquestina “The Barsali Orchestre”, en los que también se emitía “Jueves Infantiles”; “Voz Femenina”; colaboraciones literarias; servicio de prensa desde Madrid, “recogiendo las últimas noticias e incluso las sesiones completas de Cortes”;
conciertos vocales por las tiples Maruja y Pepita García Ferrer y, finalmente, el Cuadro Artístico que interpretaba periódicamente obras dramáticas.
Empero estos y otros programas, el más popular residía en las charlas que el locutor Pepe Moreno sostenía ante el micrófono con el “Tio Quico”.
La emisora contaba asimismo con una revista decenal que, con su mismo nombre, dirigía Antonio Ruiz Belda, Toñuelo, en cuyas páginas encontramos artículos, entre otros muchos, de José Ferrándiz Torremocha, Abelardo Teruel, Juan de Dios Aguilar, Juan Sansano, Eduardo Irles, Eleuterio Meseguer, José Alfonso y Antonio Suay, fidedigna expresión del vivir lucentino entre 1934 y el 16 de julio de 1936, último número que conocemos.
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