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AL HABLA CON... * JOSÉ-ROBERTO LÓPEZ MARTÍNEZ
 
En su despacho “europeo”, en el local social de JubiCAM, encontramos a nuestro compañero Pepe López, que, haciendo un alto en sus tareas, nos atiende amablemente sabiendo que es para el BOLETÍN.

Le pedimos que para conocerle un poco más nos haga una breve semblanza de su vida personal y laboral, y esto es lo que nos cuenta:

Nací en Alicante el 29-04-1942, fecha muy importante para mí, no por mi nacimiento, que también, sino porque fue el mismo día y mes que nació mi tío y padrino Pedro Herrero Rubio, pediatra puericultor de Alicante, un hombre tan excepcional que está en proceso de beatificación. Bautizó y casó a mi madre, me bautizó y me casó a mí y bautizó a uno de mis hijos mellizos, que se llama Pedro por él. Fue pediatra de la Beneficencia de la Diputación y del Dispensario Madre e Hijo del Puerto. Mi tío marcó mi vida.

Nací en una familia humilde, mi padre fue panadero y mi madre trabajaba en un almacén de productos para el calzado. Fui al colegio de las monjas en Campoamor hasta que quitaron la clase de los pequeños y pasé al colegio público “Primo de Rivera”, en el que recuerdo que no me aceptaban por no tener la edad, pero ante la insistencia de mi madre me hicieron unas pruebas para comprobar que sabía leer, algo escribir y cuentas. Fui, lógicamente, el más pequeño de la clase (aprendí a sumar y restar con los botones que mi madre usaba para coser en casa).
Como el colegio estaba enfrente de la Beneficencia, pasaba con frecuencia a ver a mi tío Pedro, al que quería muchísimo, y a jugar con los niños allí acogidos, así que ya de pequeño tomé contacto con las extremas necesidades y la pobreza de muchos niños, lo que me sirvió para dar importancia a las cosas y esforzarme en mi preparación para el futuro profesional.

Fui excesivamente responsable y llegué a oír que era “un joven viejo”. Cuando tenía 11 años, la Caja del Sureste inauguró una oficina infantil, la 048, situada en la Rambla, con los mostradores bajitos, a la altura de los niños, y el Director General D. Antonio Ramos creó una Junta de Gobierno Infantil; cada colegio de Alicante designó un alumno, y yo, que era un poco “bicho raro”, fui el elegido entre los 400 compañeros de mi cole.
Y ese fue mi primer contacto con la Caja: entré de vocal de dicha junta y al poco tiempo me nombraron Vicepresidente. El Presidente era Román Bono Guardiola, “Manchi”, hijo del entonces Presidente de la Caja Román Bono Marín. A través de esta Junta Infantil conseguí una beca y estudié el Bachillerato Elemental con su reválida.
Mi madre trabajaba de día, mi padre de noche, y yo, durante los veranos, estuve primero en una ebanistería, otro año repartiendo medicamentos, el tercero de aprendiz en una tienda de tejidos y el último en una oficina.
Por las tardes iba a una academia para preparar el curso siguiente con los libros que me dejaba un primo mío, mayor que yo.
Cuando mis padres me plantearon la necesidad de trabajar, yo me presenté en la Caja, tenía 15 años, preguntando por el Director General; al preguntarme quién quería verle, dije que el Vicepresidente de la Junta de Gobierno de la Caja Infantil. Me recibió Don Antonio en su despacho, al parecer le hizo gracia mi presentación, y al exponerle mi necesidad de trabajar ¡me admitió de botones! Al cumplir los 16 años se me ofreció ir a Elche como auxiliar interino y, por supuesto, acepté.
Estuve solo, viviendo en un piso encima de la oficina durante año y medio. Como anécdota de aquella época recuerdo que, por enfermedad del jefe de la oficina en Reina Victoria pidieron voluntarios para sustituirle, y al no presentarse nadie, lo hice yo; tuvieron que solicitar el visto bueno a Alicante para poder asumir el cargo, ya que no podía firmar documentos oficiales por no tener la edad, pero me dieron la llave de la oficina, la combinación de la caja fuerte, etc.

Regresé a Alicante y fui destinado a la oficina de La Florida, en la que, otra vez por enfermedad del jefe, asumí la jefatura durante tres meses. Volví a Central y fui destinado a Contabilidad, luego estuve en Valores; formé parte del primer grupo de informáticos cuando se empezó con las máquinas de tarjetas perforadas, viví toda la evolución de la informatización de la Caja con todo tipo de ordenadores y cuando se creó el Centro de Cálculo en Agua Amarga fui uno de los responsables del paso de IBM a BULL.
Después de 25 años pasé a Auditoria, donde pusimos en marcha la Auditoria Informática y la Auditoria a Distancia con medios informáticos. Fui, durante 13 años, el coordinador de los auditores informáticos en la Coordinadora Estatal de Auditores Internos de Cajas de Ahorros. Y aquí finalizó mi vida laboral.
Quiero mencionar que colaboré con la ESCA (Escuela Superior de Cajas de Ahorros) impartiendo algunos seminarios de auditoria informática en Madrid, y en el CEIS (Centro de Estudios Informáticos Superiores) de los Hermanos Maristas, que fue el primer centro de estudios informáticos de Alicante, porque siempre me ha gustado la enseñanza y ya con 15 años daba clases de Matemáticas a hijas de jefes y amigos de mi madre.
El Bachiller Superior lo estudié en el Instituto “Jorge Juan”, por las noches, estando ya casado y con 2 hijos.
Uno de mis compañeros fue el actual presidente de JUBICAM, mi amigo Pepe Barberá, con quien coincidí también en Proceso de Datos; cuando vino trasladado de La Unión vivió en mi casa una temporada, hasta que se compró su piso. A él lo destinaron a Cartera de Efectos, y de nuevo coincidimos en Auditoria.
También estudiamos juntos Mandos Intermedios Administrativos, que impartieron por primera vez en Alicante los Jesuitas.
Nos prejubilamos los dos a la vez en el 2000.

Pero mi verdadera vocación frustrada es la medicina, y en especial la cirugía; me encantaba diseccionar ranas, bichos, etc.
El servicio militar lo realicé en Ibiza durante 17 meses y tuve la gran suerte de ser el Secretario particular del Teniente General, en la reserva, Ramón Gotarredona Prats, del cual aprendí mucho y llegué a quererle como a un segúndo padre.
Por las tardes trabajé en una gestoría; puse en marcha la contabilidad de una empresa de cerrajería y mecánica y estudié los principios de la aritmética binaria y las computadoras.
Al licenciarme, el general me regaló su máquina de fotos y su mechero Ronson que guardo con todo cariño.
Me casé a los 24 años con Esperanza, que, aún siendo de Elche no la conocí en mi estancia profesional allí, sino varios años después. Yo, que soy hijo único, pienso que eso no es bueno, y tanto deseaba no tener solo un hijo que en el primer parto nacieron dos; posteriormente, a los cinco años, nació una niña, y actualmente tenemos dos nietos. He de confesar que lo que no pude disfrutar de mis hijos lo estoy logrando ahora con los nietos; el mayor, de 4 años y 9 meses, viene conmigo al mercado y me ayuda a cocer el marisco (sigue mis aficiones a comprar y cocinar). He de agradecer a mi esposa su sacrificio, porque mientras yo dedicaba las horas a la Caja ella sacó adelante nuestra familia.

Le pregunto por su jubilación y dice:
Me prejubilé el 1 de julio de 2000 y Pepe Lidón, entonces Presidente de la Agrupación Europea, me citó en la cafetería Habana, frente al antiguo local de los jubilados CAM en la Rambla, nos tomamos un café y allí me explicó su tarea y me pidió colaboración. Lo vi muy agobiado y no pude negarme, a pesar de tener que renunciar a mis esperadas ‘vacaciones continuadas’. Así que fui Tesorero desde octubre hasta el año 2002, y luego pasé a ser Presidente hasta el 2005; actualmente soy Vicepresidente Ejecutivo.
Siempre he creído en el movimiento asociativo; somos 60.000 socios en 8 países europeos y estamos unidos a la Plataforma de Personas Mayores AGE, con sede en Bruselas. Realizamos una convención anual que llamamos Euroencuentro; este año será el número 12 y lo celebraremos en Benidorm del 1 al 8 de abril, donde se alternarán actos lúdicos, de trabajo y culturales. Las reuniones del Consejo de Administración y la Asamblea General se celebran con traducción simultánea en 5 idiomas.
Te comentaré como anécdotas que como Presidente de la Agrupación asistí a la primera Asamblea de Italia, y ante 600 congresistas me dirigí a ellos en su idioma ¡y sin saber italiano! El discurso me lo tradujeron y en el avión me lo fui estudiando. El pasado año, en el Encuentro de Portugal hice lo mismo, y mi discurso fue en portugués. En Francia he asistido a cuatro Asambleas, y aquí me resulta más fácil porque conozco un poquito el francés, pero te agradecen el esfuerzo y saben valorarlo.

Le pregunto por el enfoque que ha dado a su vida desde la jubilación, y responde:
Dedico todo mi tiempo a la Agrupación y es de lo que se queja, y con razón, mi esposa.

Le digo si tiene algún hobby y dice:
Me encanta pescar la trucha en Villalba de la Sierra (Cuenca), cosa que hago junto a mis dos hijos varones, y juego a la petanca todas las semanas. Me encantan las hogueras, y fui Presidente durante 7 años de la de Diputación-Renfe, de la que actualmente soy Vocal; colaboré con la Comisión Gestora de las Hogueras de Alicante en la comisión de incidencias, y este año me han pedido de nuevo colaborar. Me gusta ir a Valencia en sus fiestas falleras, ya que para mí fallas y hogueras son una misma cosa. Me gusta la cocina y los buenos vinos, así como la lectura de libros como El Profeta, el Loco y el Vagabundo, de Gibran Jalil Gibran.

Y para terminar me comenta algo:
Muy pocos saben que mi nombre completo es José (por mi padre) Roberto (por el santo del día que nací) y Pedro (por mi padrino).

Pues muchas gracias, y ahora ya somos unos cuantos más los que lo sabemos.

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