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  - LEGANÉS, RECORD DE EUROPA
 
Un estudio elaborado por investigadores de la Facultad de Medicina de la UAM prueba que una intensa vida social entre las personas mayores, como la que mantienen los vecinos de Leganés -considerados estadísticamente los más longevos de Europa-, favorece el que se vivan más años y con mejor salud.

Según parece, en declaraciones realizadas a Europa Press Televisión
–a mí, la noticia me llega por otro conducto- el director de dicho estudio titulado “Envejecer en Leganés”, Ángel Otero, señaló que la posibilidad de vivir más años entre los que ya han alcanzado los 70 es mayor entre los vecinos de Leganés que en cualquier otra ciudad europea, y en ello influye la cultura mediterránea,con su dieta y su fomento de los lazos con el entorno.
“A más vida social,se viven más años y se enferma menos”, parece que afirmó.

El hecho de que las personas de avanzada edad “no vivan aislados,
sino dentro de las redes familiares, en clubes de tercera edad, en asociaciones, haciendo excursiones, etc., resulta saludable”. Por este motivo, el doctor Otero defiende -según leo- la idea de que se otorgue a los ancianos un cierto “protagonismo social para que se sientan útiles, porque esto es bueno para su salud, pero sin exigirles demasiado, porque también se ha comprobado que eso les perjudica”.

A mí, esto de la longevidad siempre me ha llamado la atención, y he visitado –turísticamente- algún cementerio de algún pueblo en los que otrora se daban fallecimientos a edades muy, pero que muy, avanzadas.
A este respecto, vienen a mi memoria dos camposantos, ambos elevados, como el de Casares –patria chica de Blas Infante-, o, sin ir más lejos, el de Guadalest, aquí en la provincia de Alicante, donde pueden leerse lápidas con edades que uno firmaría con los ojos cerrados.

Pero como es de mal gusto hablar de muerte en un boletín de jubilados y pensionistas, terminemos hablando de vida: el modelo Leganés es exportable individual y colectivamente a cualquiera que sea el lugar donde Vd., pertinaz lector, resida.

Desarrolle tan activamente como pueda una vida social con amigos, familiares, vecinos y militares sin graduación; viaje cuando le sea posible de acuerdo con su economía personal; deguste una alimentación equilibrada; ríase de los problemas insolubles; haga un poco de ejercicio físico y mental –los juegos ayudan- y si ha fumado, empiece a dejarlo: al fin y al cabo dentro de unas semanas va a ser prácticamente imposible fumar.

Y bata su propio record.

 

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