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Tres poemas de VICENTE GARNERO

 

EL SON DE LAS CAMPANAS

 

Morir al son de las campanas.

Como muere el sol bajo la lluvia.

Como muere la luna en la mañana.

 

No pido más. No pido más.

Todo se me dio en la vida.

Todo se me quitará en la muerte.

 

Morir al son de las campanas.

Es la música del mundo.

Es el canto de los ángeles.

 

Testigo soy del tiempo.

Veo el paso de los días.

Siento el paso de los años.

 

Y mi mente rememora

las ausencias con nostalgia

escuchando el tañer de las campanas.

YA VERÁS

 

Ya verás.

Será un día cualquiera.

Se acabarán las palabras,

el dolor, los sentimientos.

 

Ya verás.

Será un día cualquiera.

Y dolerá la ausencia

y pesará la nostalgia.

 

Ya verás.

Será un día cualquiera.

Cuando cansado esté el cuerpo

y más libre esté la mente.

 

Será un día cualquiera.

No lo dudes. Será así.

Una noche sin mañana.

Nada.

EN LA DISTANCIA

 

Alguien llorará mi ausencia

cuando irrumpa la noche.

Cuando acabe el proceso

y mi alma se quede sin días.

 

Alguien llorará mi ausencia

cuando se pierda el eco de mi voz,

cuando el tiempo implacable

vaya borrando mis huellas.

 

Alguien llorará mi ausencia

cuando sea testigo de la nada,

cuando se cubra de sombras mi ser.

Y a mí me dolerá en la distancia.

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