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Homenaje a
MANOLO SERRANO


     El pasado 20 de Junio falleció, tras penosa enfermedad, nuestro veterano compañero Manuel Serrano Martínez. Su currículo en nuestra Asociación es el siguiente:

 

      Se incorporó a ella el 1-12-87 por lo que ha pertenecido a la misma más de 20 años, todo un record.

 

     Durante dicho tiempo ha estado en la Junta Directiva 12 años: 3 como Vocal por Murcia y 9 como Vicepresidente 1º.

 

     En marzo del año 2000 -y a propuesta del entonces Presidente, Andrés Calvo-, nuestra Asamblea General aprobó por unanimidad otorgarle el nombramiento de Miembro de Honor Vitalicio.

 

     Pese a que desde el año 2000 dejó de pertenecer a la Junta Directiva por precepto estatutario, ha seguido colaborando con la Asociación en todo aquello que se le ha solicitado y ha asistido a todas las Juntas Directivas que desde entonces se han celebrado.

 

     Ha sabido disfrutar como nadie -siempre acompañado de su querida Alicia- de los viajes de la Asociación, a los que rara vez faltaba. Una de sus mayores ilusiones en los mismos era ganarle al dominó al Presidente, cosa que consiguió infinidad de veces.

 

     Desde aquí nuestra más entrañable condolencia a su esposa Alicia y a sus hijos, y decirles además que nosotros hemos perdido un excelente colaborador, un mejor amigo y una gran persona a la que difícilmente olvidaremos.

 

Pepe Barberá

 

 

CUANDO UN AMIGO SE VA…

 

     Es verdad, cuando un amigo se va, el alma de los que quedan lo nota, y se conmueve, y lo siente. Hacía tiempo que no veía a Manolo, no sabía de su enfermedad y así el impacto de la noticia ha sido más fuerte.

 

     Embajador de Murcia, Plenipotenciario de JUBICAM, Manolo Serrano ejercía con entusiasmo, como antes en la Caja, como cuando era más joven. Los menos jóvenes lo recordamos siempre encontrando soluciones, allanando caminos, cultivando la amistad. La huella está y estará ahí.

 

     Alicia, sigue con nosotros, que te ayudaremos a evocarlo como él querría (como yo querría) ser recordado: sin amargura, en sus gestos, en sus dichos, en su espíritu.

 

     La vida es así. Hasta luego, Manolo. Hasta siempre. 

Bosque

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