Índice de Documentos > Boletines > Boletín Octubre 2008
 

 

BANCOS ECOLÓGICOS

Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales


Vicente Llopis Pastor


     La interacción entre los seres humanos y el medio ambiente está transformándose en una paulatina degradación de los recursos de nuestro entorno y planteando la necesidad de preservar la naturaleza para que pueda continuar como habitable el planeta Tierra en que vivimos. Esta necesidad ha hecho surgir una serie de acuerdos internacionales, planteamientos parlamentarios y tareas gubernamentales para la defensa del correcto uso y adecuado mantenimiento del medio natural en donde habitamos. Con dicho objetivo surgen los movimientos ecologistas, cuya expresión y participación en política suele canalizarse por los llamados partidos “verdes”.

 

     El mundo financiero no es ajeno a estos planteamientos medioambientales y ya hace bastantes años que aparecieron los llamados “bancos ecológicos”, que también reciben la denominación de “bancos limpios”, que sólo financian proyectos empresariales de producción o servicios no contaminantes, y para los cuales es una condición inexcusable en la concesión de sus créditos el que las empresas prestatarias mantengan la conservación del medio ambiente en el entorno en el que fabrican, distribuyen, comercializan o trabajan. El camino para la constitución de este nuevo tipo de bancos, o bien para la reconversión de anteriores bancos en “ecológicos”, se inicia en la República Federal Alemana a principios de la década de los años ochenta del pasado siglo, por mor de los movimientos y partidos políticos “verdes”, y ello supuso una nueva e impoluta imagen para las entidades bancarias.

 

     Hoy en día casi no podemos hablar, en sentido estricto, de genuinos bancos ecológicos, ya que cualquier entidad de crédito tiene muy en cuenta, en los proyectos que financia, el cumplimiento de cuanto requiere la legislación medioambiental y todo el conjunto de normas relacionadas con la conservación de la naturaleza. Recuérdese que en materia medioambiental tenemos abundantísimas normativas dictadas por Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Gobierno Central, Unión Europea y múltiples acuerdos internacionales; amén de la gran sensibilidad al tema animada por las frecuentes presiones y manifestaciones del asociacionismo vecinal y de toda la ciudadanía.

 

     De aquellos tanteos iniciales se ha pasado en la actualidad a lo que se puede entender como un nuevo segmento de negocio bancario, ya que, en algunos casos, se especializa a ciertas filiales o sucursales de grupos bancarios en la financiación de proyectos para reconvertir industrias contaminantes en otras que no lo sean, y también para poder llevar a cabo planes de investigación y desarrollo de tecnologías “limpias” en variados sectores.

 

     Como se puede observar, de aquellos bancos ecológicos de hace más de veinte años que surgieron en Alemania hemos pasado a “la ecología para toda la banca”. Lo traen los nuevos tiempos y también lo obliga la reglamentación medioambiental.

Volver